240 presos con VIH en Suráfrica inician una huelga de hambre por falta de fármacos
En la cárcel de Westville, en Durban, 242 presos enfermos de sida iniciaron ayer una huelga de hambre para protestar porque no reciben tratamiento. En lo que va de año han fallecido 24 internos en cárceles surafricanas por enfermedades relacionadas con el sida. "Hemos contabilizado 24 muertos en tres meses, pero podrían ser más, porque algunos de los prisioneros más enfermos salen bajo libertad provisional para fallecer en sus casas", explica Sithembiso Mkhize, responsable de la organización Campaña de Tratamiento en Acción (TAC, en sus siglas en inglés), un grupo de presión al Gobierno para que la población afectada tenga acceso a antirretrovirales (ARV) contra el VIH.
En el módulo B de la cárcel de Westville, la incidencia del VIH ha aumentado en un 750% entre 1995 (623 casos) y 2002 (5.285). El número de muertes naturales se ha multiplicado por seis y se calcula que el 90% de ellas lo son por enfermedades oportunistas relacionadas con el sida.
Sida y prisión son dos palabras que conjugan mal en un país con una población reclusa de 182.000 presos en lugares con capacidad para 90.000, pero el problema se da en todo el país: medio millón de personas necesitan tratamiento con antirretrovirales para evitar la muerte, aunque tan sólo 100.000 lo reciben.
"Este Gobierno sigue sin dar importancia a la provisión de antirretrovirales", denuncia Sithembiso Mkhize. Hace unas semanas, la ministra de Salud, Manto Thsabalala-Msimang, animó a la población a buscar tratamiento en los sangomas o médicos tradicionales.
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