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El tripartito apoya al alto cargo que mandó las cartas de ERC porque "no ha habido despidos"

La fiscalía pide a Esquerra la lista del personal de la Generalitat al que se ha exigido dinero

El Gobierno catalán dio ayer por "cerrado" el último incidente del tripartito, provocado por el envío de cartas de ERC a trabajadores de la Generalitat exigiéndoles el pago de cuotas al partido. El consejero portavoz, Joaquim Nadal, aseguró que el Ejecutivo, "a día de hoy, no conoce ningún caso" y, por tanto, entiende "que no ha habido ninguno" de personas despedidas de la Administración por negarse a pagar. Por ello, rechazó la destitución del autor de las misivas, el secretario general del primer consejero, Xavier Vendrell. La Fiscalía pidió ayer a ERC toda la documentación sobre el caso.

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En una entrevista a la televisión pública catalana, Vendrell afirmó anoche que el Fiscal Jefe de Barcelona, José María Mena, le ha solicitado toda la información sobre el caso y muy especialmente la lista de personal de la Generalitat al que los republicanos han enviado las cartas exigiendo el pago de cuotas. Vendrell aseguró que ayer mismo remitió toda la información solicitada.

En el Gobierno catalán, y pese a la versión oficial transmitida en conferencia de prensa, la preocupación es mayúscula. Ayer, tras el Consell Executiu, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, exigió explicaciones por el escándalo al republicano Josep Bargalló, primer consejero del Gobierno. Bargalló le dio garantías de que nunca "se ha traspasado la línea" que separa las actuaciones del Gobierno y las de Esquerra, según fuentes de Ejecutivo catalán.

Tampoco, aseguró Joaquim Nadal, se ha producido despido alguno por no pagar estas cuotas a ERC. "Debe quedar claro que el Gobierno es garante de que nadie será separado de su lugar de trabajo por una cuestión que no corresponda estrictamente a la esfera gubernamental", manifestó. Pero en caso de que se hubiera rescindido el contrato a alguien, Nadal precisó: "Entonces el Gobierno debería ejercer su garantía".

Tras dar estas garantías, Nadal abordó el hecho de que las cartas amenazando con el despido a empleados de la Generalitat las firmara Xavier Vendrell como secretario de Organización de ERC, que al mismo tiempo ocupa el cargo de secretario general del primer consejero. A pesar de que el socio del tripartito, Iniciativa per Catalunya, considera que esta duplicidad no debería permitirse, el Gobierno catalán en su conjunto pasó ayer a hurtadillas sobre este aspecto.

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Nadal aseguró que no hay constancia de que Vendrell actuara confundiendo sus cargos, aunque reconoció que la situación "es una coincidencia delicada". Con todo, Nadal agregó que "Xavier Vendrell debe ser muy consciente de que tiene que delimitar perfectamente cuándo actúa como secretario de ERC y como secretario de Presidencia". "Hay una frontera no traspasable", remachó.

El tripartito trató de cerrar el escándalo de las cartas de Esquerra en un clima de tensión que ayer se visualizó en el Parlamento, donde ICV volvió a cuestionar la bicefalia de Vendrell. Los republicanos encajaron esta crítica acusando al líder ecosocialista, Joan Saura, de ejercer como "bombero pirómano del tripartito", según Joan Ridao.

Desde la oposición, CiU pidió la intervención del Sindic de Greuges, al tiempo que su líder, Artur Mas, auguró "sorpresas" para los próximos días. El popular Josep Piqué lamentó que "en la política catalana suceden cosas aparentemente escandalosas que se olvidan en un intento de taparse las vergüenzas". Mientras tanto, los socialistas mantuvieron un elocuente silencio.

El Gobierno catalán en pleno, tras su reunión semanal. Abajo, reproducción de la carta en la que una ex secretaria de la consejera de Educación denuncia su relevo tras negarse a pagar cuotas a ERC.
El Gobierno catalán en pleno, tras su reunión semanal. Abajo, reproducción de la carta en la que una ex secretaria de la consejera de Educación denuncia su relevo tras negarse a pagar cuotas a ERC.RUBÉN MORENO

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