Fuenlabrada tiene el 40% de las camas del hospital sin utilizar

A los dos años de su apertura, el hospital de Fuenlabrada sólo utiliza habitualmente un 60% de sus 400 camas y mantiene el resto, unas 150, vacías. La Consejería de Sanidad, responsable del centro, afirma que "no es necesario" abrir más camas porque son las suficientes para cubrir las necesidades de la población asignada, 215.000 personas que viven en Fuenlabrada, Humanes y Moraleja de Enmedio. El sindicato UGT, en cambio, lo considera "una locura".

El pasado viernes fue un día tranquilo para el hospital de Fuenlabrada, una especie de oasis en la saturada sanidad pública madrileña. Mientras la mayoría de los hospitales de la región sufrían una fuerte presión asistencial que mantenía sus servicios de urgencias al borde del colapso, en Fuenlabrada ningún paciente debía aguardar horas en los pasillos a la espera de alguna cama libre en planta.

El centro tenía a la una de la tarde 252 camas ocupadas y 154 libres, según su directora, Ana Sánchez. "Estas son las cifras habituales en nuestro hospital. Atendemos a una población de 215.000 personas y no es necesario abrir más camas. En cualquier caso, estamos preparados para hacerlo si fuera necesario", afirma.

La Consejería de Sanidad, mediante la asignación de los presupuestos regionales, mantiene la actividad del hospital a medio gas. Sanidad impone cada año unos objetivos de atención sanitaria a cada hospital y, según estos objetivos, asigna el dinero a cada centro.

Para 2006, Sanidad considera que Fuenlabrada -que recibirá casi 100 millones de euros vía presupuestos- sólo necesita mantener abiertas el 60,1% de sus camas. Con ellas, debe ser capaz de realizar 2.128 intervenciones quirúrgicas, ingresar a 11.000 pacientes desde las urgencias -otros 114.000 enfermos atendidos en este servicio no requieren ingreso- o conceder 13.684 altas hospitalarias.

UGT se muestra muy crítica con la aparente placidez del hospital. "Los ciudadanos conocen bien los problemas de la sanidad pública. Saben que muchos de ellos deben soportar los colapsos de urgencias y las esperas eternas para pruebas diagnósticas, además de que se ven obligados a aceptar ser operados en clínicas privadas para que no les excluyan de la lista de espera quirúrgica", afirma Carmen López Ruiz, responsable de Políticas Sectoriales del sindicato

UGT denuncia que, mientras mantiene Fuenlabrada a medio gas, Sanidad se gasta más dinero en derivar a pacientes de la sanidad pública a clínicas privadas concertadas. "Todas las nuevas promesas del Gobierno de Esperanza Aguirre, como la reducción de la lista de espera quirúrgica o para la realización de una mamografía, ha supuesto un importante aumento del dinero destinado a la sanidad privada", declara López Ruiz.

En los presupuestos de 2006, Sanidad destina 36,67 millones de euros para financiar intervenciones en clínicas privadas en el plan de reducción de la lista de espera quirúrgica. "A eso, hay que sumar unos 25 millones más para el resto de atenciones médicas, como pruebas diagnósticas, que pacientes de la sanidad pública reciben en clínicas privadas", añade López Ruiz.

UGT sostiene que Fuenlabrada podría asumir buena parte de esta actividad, que "serviría para potenciar un hospital público y el conjunto de la sanidad pública". "Además, el hospital podría atender a muchos pacientes que ahora sufren las consecuencias de la saturación de los otros hospitales públicos, con esperas muy largas y condiciones de hacinamiento en las urgencias", concluye López Ruiz.

Un portavoz de Sanidad considera que no es posible ni viable hacer lo que propone UGT. Entre los motivos que destaca Sanidad está la distancia que separa Fuenlabrada del resto de hospitales públicos y sus pacientes, y que la complejidad de la gestión de las listas de espera o las urgencias no permite intercambiar pacientes de un hospital a otro generalizadamente.