Las jugueteras se aferran a Hollywood
La producción de juguetes bajo licencia se convierte en 'bote salvavidas' del sector
"Hemos logrado la licencia de las pistolas de la segunda parte de Piratas del Caribe", se congratula Vicente Anguiz, jefe de ventas de la juguetera Gonher. La película de Disney no se estrenará hasta agosto, pero Gonher hace año y medio que peleaba por un contrato similar. Las licencias son la gran apuesta del sector ante la competencia de China, la fábrica del mundo. Aportan ya más de la mitad del negocio a un sector que en 20 años ha perdido 4.000 empleos, casi la mitad del total.
Más de la mitad del negocio del sector juguetero, que ha perdido 4.000 empleos en dos décadas, procede ya de las licencias
La exclusividad para España y Portugal de las armas de Dead Man's Chest, la segunda parte del largometraje de Disney sobre las aventuras de filibusteros y corsarios, es el debut de Gonher en el mundo de las licencias. Es uno de los ejemplos más recientes en la larga lista de empresas jugueteras que se están agarrando al bote salvavidas de las licencias para no naufragar frente a las costas del mar de China.
La Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) calcula que más de la mitad del negocio del sector procede de las licencias. Y va en aumento.
Con 30 trabajadores en la tarjeta de presentación, Gonher figura como la responsable del 90% de las exportaciones españolas de armas de juguete. "Para sortear la crisis de los últimos años, decidimos fijarnos en la experiencia de nuestros colegas", explica Vicente Anguiz, tercera generación de la familia imbricada en este negocio de Ibi (Alicante).
La industria del juguete en España, concentrada en un 73% en la Comunidad Valenciana, sufre desde hace algunos años los zarpazos del dragón asiático. En una década, se han doblado las importaciones, que están creciendo año tras año, salvo contadísimas excepciones. China es el principal proveedor al suministrar dos tercios del total. Frente a la invasión, las ventas al exterior están perdiendo fuelle desde 2002, según datos del Icex, que matiza Salvador Miró, presidente de la AEFJ.
Recuerda Miró que un tercio de las importaciones es efectuado por compañías españolas que han deslocalizado producción (Famosa, Coloma, Industrial Juguetera, IMC Toys). Casi todas se concentran en la provincia de Guangdong (Cantón), tras las montañas que separan Hong Kong -donde se concentra el 80% del negocio de juguetes del mundo- del continente. En ese lado, los obreros del sector ganan 150 euros al mes, trabajan de lunes a sábado y tienen una semana de vacaciones al año.
El sector juguetero, inmerso en un proceso de concentración, ha perdido 78 empresas en los últimos cinco años, hasta situarse en 454, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Su facturación anual ronda los 1.000 millones de euros y emplea directamente a 5.000 personas, frente a las más de 9.000 con que contaba a mediados de los ochenta.
El variopinto mundo de las licencias -desde películas de las mayores productoras de Hollywood y el bastísimo mundo de Disney, a los superhéroes de turno, series televisivas de moda, equipos de fútbol...- va por barrios. En Gonher acaban de estrenarse. En Unice, en cambio, que fabrica 14 millones de pelotas de plástico al año, representa el 90% de su facturación. "No vendemos balones, sino licencias", señala la responsable de exportación, Rosa María García.
Unice, filial de la multinacional francesa Smoby, está ubicada en la localidad navarra de Estella, emplea a un centenar de personas y cuenta con una tecnología que por el momento no está al alcance de ningún otro competidor. Tiene patentado un sistema de tampografía de 360 grados, que le permite estampar los escudos del Real Madrid y el Barça, entre otras decenas de dibujos.
Doble barrera
"La estrategia de las licencias es doble", explica Iñaki Urpegui, adjunto a la dirección de Unice: "Nos permiten hacer frente a la competencia china pero también actúan de barrera en ciertos países". Las licencias otorgan la exclusividad del producto en cuestión sobre uno o varios mercados.
La página web de Coloma y Pastor, especializada en todo tipo de juguetes de tracción y cocinas, recibe al usuario así: "Noticia: han sido aprobados dos nuevos productos con la licencia Teletubbies para su comercialización en España y Portugal". La colección de los Lunnis también es suya.
Hasta qué punto son importantes las licencias en el sector lo muestra un cochecito eléctrico de Injusa, que a punto de retirarse del mercado tras finalizar un ciclo de siete años, consiguió la licencia de los televisivos Action Man y alcanzó récord de ventas en toda Europa, relata el responsable de marketing, Nacho Román.
Las licencias representan el 40% del negocio de Injusa y el 70% en el caso de la catalana IMC Toys, cuyo director general, Albert Ventura, ve en ellas un factor de diferenciación de los productos chinos a menos que uno no tenga algo "muy innovador".
Las "duras" condiciones que imponen las auditoras actúan de barrera para los fabricantes autóctonos chinos. De momento. "Dentro de poco, también ellos tendrán licencias", advierte Ventura.
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