Los Gobiernos europeos unirán fuerzas contra la emigración ilegal

Los ministros del Interior de los seis países europeos más grandes (Francia, Alemania, Italia, Polonia, Reino Unido y España), el llamado Grupo de los Seis (G-6) acordaron en una reunión de dos días en el balneario de Heiligendamm, en el mar Báltico alemán, medidas concretas para "fomentar la integración y luchar contra la emigración ilegal y el terrorismo".

Con la ausencia del titular italiano, ocupado en cuestiones electorales, y del francés, que tuvo que abandonar Heiligendamm antes de tiempo por la situación de orden público en su país, los ministros del Interior del G-6 destacaron la importancia de la integración de los emigrantes para la estabilidad de la sociedad. Se concede especial importancia al intercambio de información sobre el diálogo con la comunidad islámica.

El G-6 trata de intensificar la lucha contra la emigración ilegal con la cooperación entre expertos de los diferentes cuerpos policiales de diversos países. Intentan los ministros la pronta creación de un sistema de información sobre visados que permita una consulta policial sin restricciones en el ámbito europeo. También se acordó adoptar medidas conjuntas con los países de origen y tránsito de la emigración ilegal, sobre todo en el Mediterráneo y el este de Europa.

El comunicado final del G-6 menciona de forma expresa la situación planteada en las islas Canarias, donde se prevé la creación de un grupo de expertos que coordine una red regional de inmigración que opere en la costa occidental africana.

En la lucha antiterrorista, el G-6 decidió fortalecer una lista de medidas concretas, con el análisis conjunto del uso de Internet por las estructuras terroristas con la participación de Europol, y la creación de equipos de apoyo en caso de graves atentados terroristas. Expertos de otros países actuarán sobre el terreno, a petición del país que sufra el atentado.

Asimismo, los ministros acordaron el intercambio sistemático de información sobre personas expulsadas de alguno de los países del G-6 "por sus actividades de fomentar el odio entre las razas y religiones". Esta última medida se refiere en concreto a los llamados predicadores del odio en las mezquitas.