La farsante
Los nuevos modos del teatro, consecuencia de una plaga económico-social bautizada como optimización de los recursos, han provocado que las compañías sean cada vez más pequeñas. El monólogo se impone y ni siquiera queda el consuelo de la confraternización ante las penas, como representaron las magníficas Los farsantes y El viaje a ninguna parte. Cuando sube la marea, estimable tragicomedia dirigida y protagonizada por Yolande Moreau, se ocupa del deambular vital y profesional de una titiritera del nuevo milenio, armada con una careta, una silla, una maleta y tanto talento como delicadeza. Las representaciones están muy bien rodadas, presumiblemente con varias cámaras para conseguir del público la carcajada verdadera, y la historia, profundamente triste, tiene un extraño encanto que la eleva por encima de su minimalismo temático.
CUANDO SUBE LA MAREA
Dirección: Yolande Moreau. Intérpretes: Yolande Moreau, Wim Willaert. Género: comedia dramática. Bélgica-Francia, 2004. Duración: 90 minutos.
Quizá le hubiese venido bien alguna trama secundaria que alimentase la principal, pero el bufón que encarna Moreau está cargado de encanto, de una rara poesía del desamparo y de una gran ternura que atrapa a los espectadores de su teatro y de su película.