Cubos en Cáceres

En relación con el artículo sobre la intervención arquitectónica en la plaza de San Mateo, en Cáceres, he de manifestar mi desolación por que los comentarios que se me atribuyen vengan a infectar, aún más, un debate reventado sin apenas rendir un solo argumento.

Es imposible incorporar a este caso la razón económica, como erróneamente se interpreta en la edición, toda vez que aquí el beneficio reside en no hacer nada. Tampoco cabe temer el perjudicar a Cáceres, ya que el conjunto de voluntades que integra esta ilusión no busca menos que combatir el desarraigo de la ciudad respecto de cualquier mapa. La documentación tan cuidadosamente trazada, la hora explicando la plaza y sus inmuebles, dentro y fuera, todos desgraciadamente abatidos ante lo que parece falta de espacio. Falta de espacio en esa página 43, falta de espacio en lo urbano y monumental, falta de espacio para hablar sobre razones. Porque hay que ser sumamente intolerante para pensar que un proyecto como éste, sujeto al ingente control administrativo y disciplinar a que obliga el entorno monumental de Cáceres, es la foto fija que con insidia se ha propagado. Creo que estamos ante un espléndido punto de partida. Lo demás es mentira.