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Defensa investiga si aviones españoles llevaron presos tras la guerra de Afganistán

El Ejército del Aire ignora la identidad de 5.000 pasajeros transportados en 2002 y 2003

El Ministerio de Defensa ha pedido al Ejército del Aire que investigue si los aviones Hércules españoles destacados por el Gobierno del PP en Manás (Kirguizistán) de febrero de 2002 a junio de 2003, en el marco de la Operación Libertad Duradera, dirigida por EE UU, fueron utilizados para trasladar prisioneros. Fuentes del Ejército del Aire admiten que no pueden dar una respuesta clara, pues los manifiestos de carga de aquellos vuelos sólo reflejan la identidad de una pequeña parte de los 5.120 pasajeros que fueron transportados en Afganistán y países limítrofes.

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En el marco de la investigación sobre los vuelos de la CIA que se desarrolla en varias instituciones europeas, la asociación ecologista aragonesa Los Verdes-SOS Naturaleza denunció a finales del año pasado, basándose en informaciones de la prensa local, que aviones Hércules españoles desplegados en la base de Manás (Kirguizistán) habían llevado a prisioneros desde Afganistán al campo de Guantánamo, en Cuba.

La denuncia fue remitida al ministro de Defensa, José Bono, quien la trasladó al Ejército del Aire. Tras una primera averiguación, se descartó esta posibilidad: ningún Hércules voló desde Asia central hasta Cuba, lo que hubiera sido muy complicado, dada la autonomía del aparato.

No obstante, la indagación interna abrió otra cuestión hasta entonces no planteada: si los Hércules habían trasladado presos dentro de Afganistán y entre dicho país y otros Estados vecinos.

El 22 de febrero de 2002, tres meses después de la caída del régimen talibán, llegó a la base aérea de Manás el primero de los aviones del destacamento Géminis, formado por tres aparatos C-130 Hércules y unos 70 efectivos del Ala 31 del Ejército del Aire, con base en Zaragoza.

El destacamento, que se fue reduciendo hasta quedar limitado a un solo avión cuando se desactivó, el 20 de junio de 2003, estuvo bajo control operativo de la Operación Libertad Duradera; es decir, de EE UU.

Libertad Duradera

Los aviones españoles realizaron vuelos de transporte de personal y material desde Manás hasta las principales bases de Afganistán (Bagrán, Kandahar, Herat y Mazar-i-Sharif), y también de Pakistán (Jacobabab) y Uzbekistán (K2). En total, el destacamento Géminis cumplió 329 misiones, con 2.258 horas de vuelo, en las que transportó 5.120 pasajeros y 2.820 toneladas de carga.

El Ejército del Aire ha revisado los manifiestos de carga de esas misiones, pero en la mayoría no figura la identidad de todos los pasajeros. Habitualmente, según las fuentes consultadas, aparece el nombre de una persona y una cifra variable de acompañantes. Muchos de los nombres inscritos, agregan las mismas fuentes, son estadounidenses, ya que la función principal de los aviones fue prestar apoyo logístico a las tropas de EE UU en operaciones como Anaconda, dirigidas a erradicar los reductos del régimen de los mulás.

Sin embargo, también aparecen algunos nombres de pasajeros afganos, sin que las fuentes consultadas sepan precisar si corresponden a prisioneros, traductores o cargos del nuevo régimen de Kabul, aliado de Occidente.

Mandos militares consideran "muy probable" que en alguna ocasión se incluyera a presos dentro del pasaje. El campo de Guantánamo se abrió en enero de 2002 y la mayoría de sus 500 internos fueron capturados en Afganistán durante o inmediatamente después de la guerra.

Entre las misiones que desarrollan en España los Hércules del Ala 31 está también el traslado de presos; por ejemplo, entre Canarias y la Península, siempre bajo control judicial y con estrictas medidas de seguridad. Se da la circunstancia de que en varias de las bases afganas en las que operaban los aviones españoles, como Bagrán y Kandahar, también había campos de prisioneros.

No obstante, EL PAÍS ha contactado con varios militares que estuvieron destinados en el destacamento Géminis y ninguno reconoce haber sido testigo del traslado de pasajeros esposados.

En una entrevista publicada ayer por este diario, el ex embajador talibán en Islamabad, Abdul Salam Zaif, relataba que, tras ser entregado a la CIA por Pakistán, fue trasladado a bordo de cuatro aviones antes de llegar a Guantánamo. El ex embajador no sabe si alguno de ellos era español; el Ejército del Aire, tampoco.

Soldados españoles descargan un Hércules en el aeropuerto de Kabul en enero de 2002.
Soldados españoles descargan un Hércules en el aeropuerto de Kabul en enero de 2002.ASSOCIATED PRESS

Entre el 'So-San' y el Yak-42

La principal diferencia entre la Operación Libertad Duradera y la Fuerza de Asistencia para la Seguridad (ISAF) no es que la primera se dedica a la lucha contra el terrorismo y la segunda a la estabilización de Afganistán, sino que una está a las órdenes del Pentágono y otra bajo el mando de la OTAN, en cuya dirección política, el Consejo Atlántico, se sienta un representante español.

Así se evidenció el 9 de diciembre de 2002, cuando la fragata española Navarra, adscrita a Libertad Duradera, interceptó en aguas del Índico al mercante So-San, con una carga clandestina de 15 misiles Scud norcoreanos. Los marinos españoles ejecutaron impecablemente la acción, pero EE UU decidió devolver los misiles a Yemen, que los había comprado a Corea del Norte, sin ni siquiera informar a España.

Actualmente, el Ejército del Aire vuelve a tener aviones Hércules en Manás, pero éstos ya no dependen de Libertad Duradera, operación que España abandonó en julio de 2004, tras la victoria electoral del PSOE.

Su misión es trasladar hasta Herat (Afganistán) a los militares españoles que llegan a Manás en vuelos de Air Europa. Si se hubiera hecho así en mayo de 2003, no habría sido necesario fletar aviones como el Yak-42, en cuyo accidente murieron 62 militares españoles; algunos de ellos miembros del Destacamento Géminis de Manás.

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