"Los profesores están un poco perdidos"

Esteban Cebellán, valenciano de 25 años, ha conocido la Formación Profesional antes y después de la última reforma. Estudió la antigua educación obligatoria (hasta los 14 años) y luego los cinco años de la FP antigua que le convirtieron en 2000 en técnico especialista en Electrónica, siempre "en centros públicos", dice. Con su diploma profesional empezó a trabajar y, un año después, volvió a coger los libros para matricularse en la FP reformada (con ciclos de grado medio y superior de dos años de duración) en la especialidad de Telecomunicaciones e Informática. Este ciclo, que hizo en horario nocturno mientras trabajaba y terminó con una media de 9,7 (una décima más que en su anterior FP), es por el que ha recibido el premio nacional -los 1.200 euros del galardón irán a parar seguramente a la casa que se está comprando con su pareja-.

Esteban habla de "suerte" cuando se le pregunta por sus notas, pero también explica que siempre ha "pensado más en el mañana que en el hoy". "Quizá estaba más centrado, y me quedaba estudiando cuando mis amigos salían por ahí", dice. La profesión de su padre, técnico electrónico, también pudo tener algo que ver.

Conocedor de la FP antes y después de la reforma, Esteban lamenta que, en los actuales ciclos superiores, "los profesores están un poco perdidos". "Estaban preparados para las antiguas materias, pero no para las nuevas", asegura. Los medios materiales también escasean: "La informática ha avanzado muy rápidamente en los últimos años, y los materiales de los centros no se han actualizado al mismo ritmo".