El manantial de Bellús volverá a aflorar

La localidad de Bellús, en la Vall d'Albaida, perdió su histórico balneario de aguas termales en 1977 cuando fue derribado, según se afirmó, por realizar filtraciones contaminantes. El edificio, del siglo XIX, contenía unas instalaciones de tratamiento donde surgían aguas a 29 grados; a partir de este se confeccionó todo un complejo residencial y una factoría de agua mineral (la Bal-Bellús), pero tras la demolición del edificio todo se fue apagando paulatinamente.

La riada de 1987, que enterró los manantiales libres que había junto al río Albaida, y la construcción de la presa de Bellús condenaron al olvido aquella zona y estancaron a la población.

Pero desde hace unos pocos años el Ayuntamiento de Bellús confirmó que los manantiales subterráneos todavía sobreviven y que se puede conseguir que vuelvan a aflorar. Esto ha impulsado el proyecto de volver a apostar por un hotel residencial de ocio dado el don natural que se tiene; el alcalde de la localidad, Joan Vicent Garcia, afirma: "A Bellús también nos ofrecieron construir un campo de golf -en la Serra Grossa-, pero lo desestimamos porque la actividad del balneario nos parece más fiable y rentable".

Las críticas sobre el proyecto han arreciado porque este balneario vendrá acompañado de una urbanización de 218.000 metros cuadrados para 400 viviendas -Bellús tiene 385 habitantes-, que se extenderá entre la propia presa y la vecina localidad de Guadassèquies. Debido a ello hace unas semanas la asociación de ecologistas de la Vall d'Albaida le ha otorgado a Garcia el premio "Pudent" por llevar a cabo proyectos agresivos con el medio ambiente.

El alcalde de Bellús afirma que acepta las críticas -conserva el premio en su despacho: una cesta con barras de pan y ladrillos- pero también dice que "no se han leído el proyecto". Joan Vicent Garcia comenta que "el nivel de edificabilidad es bajo, un 26% del total, y no va a haber ningún edificio de alturas considerables". Además, añade que el término municipal de Bellús "será de los que más suelo protegido tienen de toda la comunidad, porque, de 9 kilómetros cuadrados que tenemos, 4 están protegidos".

El proyecto, sobre plano, se establece sobre un terreno que en su mayor parte es yermo y en otra porción tiene pequeños cultivos de olivos y se aparta del pinar protegido que antes pertenecía al complejo del anterior balneario.

Acerca del abastecimiento de agua en la urbanización, Garcia asegura que esta está garantizada: "Bellús siempre ha tenido mucha agua, durante siglos hemos abastecido a Xàtiva". Por ello afirma que no va a ser ningún problema.

Según el alcalde de la localidad, "el anterior balneario llenaba las arcas del Ayuntamiento con los impuestos que pagaba, además de que venían a trabajar a estas instalaciones gente de toda la comarca". Ahora Garcia comenta que quiere "diversificar" la economía de Bellús -cuya población vive esencialmente del trabajo en la industria de otros pueblos como Guadassèquies, Benigànim, Montaverner o l'Olleria- porque tiene otros atractivos turísticos. Así Bellús tiene parte de su término en la zona de la Cova Negra, más concretamente el paraje la Cova de la Petxina -que también alberga pinturas rupestres-, además de otras zonas paisjísticas como l'Estret de les Aigües y la Casa Roja, y forma parte de la Ruta del Cid.

El nuevo hotel-balneario se situará a unos 200 metros de donde se levantaba el anterior, ya que aquella zona es ahora área inundable del pantano; así el complejo estará a más altura "con mejores vistas sobre la presa", explica el alcalde.

Joan Vicent Garcia añade: "Mi intención hoy es que el Ayuntamiento participe de la administración del hotel, queremos garantizar una estabilidad económica dentro de posibles compras o traspasos". Del mismo modo, Garcia ha confirmado que ya se han realizado ciertos contactos con la cadena hotelera Meliá.

El alcalde de Bellús resume que con este proyecto hace susyas las palabras que dijo Camps el día de la visita de los reyes, en relación con la necesidad de armonizar naturaleza y desarrollo. "Bellús tiene un don natural que no se ha perdido y que todavía podemos aprovechar", concluye.