El Gobierno vasco pide a los jueces que no impidan el proceso de paz
2.000 personas apoyan que no haya "vencedores ni vencidos"
El Gobierno vasco pidió ayer, a través de su consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, de Eusko Alkartasuna (EA), que la justicia "no obstaculice" un proceso de paz que aún no ha empezado "oficialmente". El pronunciamiento se suma a otros hechos en los últimos días por miembros del Ejecutivo autónomo, incluido el lehendakari, contrarios al posible encarcelamiento del líder de Batasuna, Arnaldo Otegi.
El Gobierno de Vitoria se sumó ayer con representantes de los tres partidos que lo componen -Azkarraga, la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, del PNV, y el consejero y coordinador de EB, Javier Madrazo- a la manifestación en Bilbao que sirvió de acta de nacimiento al nuevo movimiento social Lokarri, sucesor del Elkarri.
La marcha reunió en Bilbao a unas 2.000 personas tras una pancarta con el lema Guztion artean. ["Entre todos" en euskera] Paz, acuerdo, consulta. Azkarraga defendió la necesidad de que el proceso de paz cuente con apoyo social para no fracasar y señaló que la Justicia no puede "estar al margen", pero "mucho menos poniendo inconvenientes" para que avance. "Haría un llamamiento a todos, fundamentalmente a aquellos de la Audiencia Nacional que, día a día, están intentando poner estos obstáculos, absolutamente negativos para el proceso de paz", añadió.
También dieron su apoyo a Lokarri el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares; el dirigente de Aralar Patxi Zabaleta, y miembros de la dirección del PNV como Iñigo Urkullu y Josune Ariztondo. Ni Batasuna, ni el PP, ni el PSE habían apoyado la convocatoria, aunque participaron a título personal algunos militantes socialistas.
Zenarruzabeitia destacó que su Gobierno asume como propio el lema a favor de "la paz, el acuerdo y la consulta". "Queremos la paz para una convivencia efectiva, el acuerdo para entretejer caminos, y la consulta para decidir por nosotros mismos nuestro futuro", resaltó la vicelehendakari.
Lokarri recoge la herencia de Elkarri, que desaparece después de 13 años de existencia. Su coordinador general, Paul Ríos, abogó en el manifiesto, cuya lectura cerró el acto, por abrir ya el proceso de paz, con "un diálogo sin exclusiones" en una mesa de partidos.
"Queremos construir un proceso de paz y normalización entre todos, sin vencedores ni vencidos", agregó.
La fórmula que propugna Lokarri acaba con la convocatoria de una consulta popular. Ríos defendió en su intervención que tal consulta sea convocada incluso si la mesa de partidos no llega a cerrar un acuerdo. "Si el acuerdo no es posible, la sociedad también debe ser consultada para tratar de buscar una solución".
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