La Generalitat rinde homenaje formal a la Comisión de la Dignidad

En un Saló de Sant Jordi abarrotado, la Generalitat ofreció ayer un acto de reconocimiento -"público, formal y solemne", en palabras del presidente, Pasqual Maragall- a la Comisión de la Dignidad por el papel que la plataforma cívica ha desempeñado en la devolución de los papeles de Salamanca, parte de los cuales se encuentran ya depositados en el Archivo Nacional de Cataluña, en Sant Cugat.

"Nunca más se podrá decir que éramos una comisión de causas perdidas. Por siempre seremos una comisión de causas ganadas", indicó el abogado e historiador Josep Cruanyes al finalizar su parlamento como portavoz de la comisión. Toni Strubell, su coordinador, quiso recordar los nombres de muchos de los miembros de la plataforma y afirmó que siguen trabajando "para asegurar el regreso de toda la documentación de los particulares y "también la de los ayuntamientos y la del País Valenciano". Respecto a la documentación privada catalana, los archiveros de la Generalitat finalizarán la catalogación en abril y se confía en que en noviembre pueda estar digitalizada.

Al inicio del acto, la historiadora Anna Sallés había glosado la larga historia de esta reivindicación en la que, recordó, han participado muchas personas, pero que consiguió sus mejores logros y el reconocimiento tras la fundación, en 2002, de la Comisión de la Dignidad, de la que dijo: "Nos ha dado un plus de dignidad a todos nosotros".

El agradecimiento y el reconocimiento fueron también el eje de los parlamentos de la consejera de Cultura, Caterina Mieras; del primer consejero, Josep Bargalló -que recordó el papel del cartelista Carles Fontseré, quien acaba de cumplir 90 años y calificó el acto también como un homenaje a las víctimas de la guerra y de la dictadura franquista-, y de Pasqual Maragall, que reconoció su admiración "como presidente de la Generalitat y como persona" por la tenacidad de la comisión para conseguir la restitución de la memoria histórica "sin rencores y con respeto".