51 diputados laboristas votan contra la reforma educativa de Blair
Medio centenar de diputados laboristas votaron ayer en contra del Gobierno de Tony Blair en la tramitación de la reforma educativa, una de las piedras angulares del primer ministro en su tercera legislatura. La ley, en su segunda lectura y pendiente aún de posteriores tramitaciones parlamentarias, fue aprobada por 458 votos frente a 115 porque los conservadores habían anunciado de antemano su intención de apoyarla.
El objetivo de los tories es precisamente debilitar a Blair al tener que depender de ellos en una ley considerada de gran importancia política. Sin embargo, al cierre de esta edición parecía que la ley habría pasado igualmente en el caso de que la oposición hubiera votado en contra. Con todo, los analistas políticos hablaban anoche de "fuerte voto de castigo" al primer ministro, a pesar de que hace dos meses parecía que hasta 90 diputados podían haberse sublevado y finalmente se redujo la cifra de rebeldes a 51. El Gobierno tiene una mayoría de 65 diputados.
La reforma educativa pretende introducir mayor autonomía de gestión para las escuelas públicas, lo que desde la izquierda laborista se interpreta como abrir las puertas a la división de los colegios, de manera que unas agrupen a los alumnos más avanzados y las otras a los menos avanzados.
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