Sadam Husein pide a los iraquíes que resistan juntos a la ocupación
El juez corta la retransmisión televisiva durante parte de la sesión
Las diatribas políticas y los llamamientos a la resistencia protagonizaron ayer de nuevo el juicio contra Sadam Husein en Bagdad, hasta el punto de que el juez decidió cerrar temporalmente el proceso a la prensa y al público. En su primera intervención formal desde el estrado de los testigos, un combativo Sadam pidió a los iraquíes que eviten la guerra civil y que, en lugar de matarse los unos a los otros, resistan a los "invasores".
Durante la sesión de ayer, el ex dictador debía opinar sobre las acusaciones en su contra. Sadam y siete antiguos colaboradores podrían ser condenados a la horca si se les declara culpables de la matanza de 148 chiíes en Dujail en 1982, después de un atentado fallido contra el ex dirigente. Vestido con traje oscuro, camisa blanca y sin corbata, el derrocado presidente iraquí subió al estrado y comenzó a leer tranquilamente de un bloc de notas.
"Llamo al pueblo a comenzar a resistir a los invasores, en lugar de matarse entre sí", dijo a la sala. Sadam aconsejó a los iraquíes que evitaran la guerra civil en un país que gobernó con puño de hierro durante tres décadas, pues de lo contrario, vivirán "en la oscuridad y entre ríos de sangre".
El juez principal, el kurdo Rauf Abdel Rahman, empezó por cerrarle el micrófono cuando inició el discurso político, hasta que, finalmente, hizo cortar la retransmisión televisiva y declaró el cierre al público del proceso, aunque más tarde lo reabrió. El tribunal, aparentemente temeroso de que la retórica de Sadam pueda incitar a la violencia, se ha reservado el derecho a censurar el proceso.
El discurso del ex dictador, en el que se autocalificó como "presidente legítimo de Irak", dio pie a una acalorada discusión con el juez. "No hagas un discurso político. Ahora eres un acusado en un caso criminal. Éste es tu destino y tu papel [como presidente] ha terminado", le dijo Abdel Rahman. "Defiéndete y evita los discursos políticos", siguió. "Si no fuera por la política, yo no estaría aquí, ni tú tampoco", contestó Sadam.
El derrocado dirigente calificó el proceso, que fue suspendido hasta el próximo 5 de abril, como "una comedia contra Sadam Husein y sus camaradas". No es la primera vez que él y los otros acusados cuestionan la legalidad del tribunal, en un juicio que ha sufrido continuos sobresaltos e interrupciones desde que empezó, en octubre pasado. Entre ellos, cabe destacar el asesinato de dos abogados de la defensa, la dimisión del primer juez que presidía la sala por supuestas presiones políticas, el boicoteo del proceso por parte de los acusados o las denuncias de malos tratos por parte de éstos.
Antes que Sadam, declaró su medio hermano, el antiguo y temido jefe de la inteligencia iraquí, Barzan al Tikriti, que aseguró tener las manos "tan limpias como Moisés". Al Tikriti, al que se consideraba el hombre más despiadado de Irak, mostró un inusual autocontrol durante su testimonio. Dijo que el ex presidente tenía derecho a castigar a los 148 sentenciados a muerte después de que supuestamente trataran de matarle. "¿Hay algún Gobierno en el mundo que no hubiera castigado a los atacantes después de un intento de atentado contra su jefe de Estado?", preguntó.
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