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Reportaje:

Sin perdón para los desertores

EE UU arresta a ex soldados que huyeron del Ejército para no ir a Vietnam

Yolanda Monge

Pensó que ya nadie le buscaba y cruzó la frontera de Canadá con Estados Unidos, como había hecho otros cientos de veces. Pero 38 años después de que desertara de la guerra de Vietnam, Allen Abney, de 56 años, jubilado, con pasaporte estadounidense y canadiense, fue detenido la semana pasada y transferido ayer a una prisión militar. Fue detenido por sorpresa, cuando junto a su mujer le pararon agentes de inmigración al pasar desde Canadá a Estados Unidos en su camino a Reno (Nevada), donde planeaba asistir a un encuentro familiar.

Abney no es el único marine al que busca el Gobierno de Estados Unidos por deserción. Cuando el oficial de la Marina James Averhart se hizo cargo del Centro de Recolección de Datos de Ausentes, abrió varias decenas de casos que estaban cerrados. Y puso en busca y captura a 33 desertores. "Tengo un estilo diferente de trabajar al de las personas que antes ocuparon este puesto", declaró Averhart al periódico de Florida Saint Petersburg Times. Desde que se lanzó a la captura de desertores de la guerra de Vietnam, en septiembre de 2004, el equipo a las órdenes de Averhart ha arrestado a 27 ex militares. "Mi trabajo es capturar desertores. Y eso es lo que hago", declaró al diario el oficial. La Marina, el Ejército de Tierra y el del Aire son mucho menos persistentes que el nuevo jefe del eufemístico Centro de Recolección de Datos de Ausentes, y habían condenado al abandono muchos de los antiguos casos de deserción.

La medida busca dar ejemplo a los jóvenes que se refugian en Canadá para no ir a la guerra de Irak

El año pasado, Jerry Texiero, ex marine estadounidense de 65 años, fue arrestado por desertar para no ir a la guerra de Vietnam. Acabó encerrado en una base militar de Carolina del Norte por una decisión que tomó hace más de cuatro décadas. Con 25 años, Texiero abandonó en 1965 el campamento de los marines porque no quería "ser parte de esa guerra". Era soldado raso. Cambió su nombre por el de Gerome J. Conti. Pero los hombres del oficial Averhart dieron con él y confirmaron su identidad en una base de huellas digitales. Texeiro esperó juicio durante cinco meses ante un tribunal militar. Se enfrentaba a pasar tres años en los calabozos de Camp Lejeune (Carolina del Norte), pero finalmente se le aplicó una "baja deshonrosa" del Ejército.

Allen Abney está bajo custodia en Idaho, a la espera de ser transferido a Camp Pendleton (California), donde afrontará una condena bajo la ley militar. Abney nació en Louisville, Kentucky. En 1968 se alistó con los marines en Estados Unidos. Tenía 18 años. A finales de 1968 cambió de idea y junto a otros miles de soldados cruzó la frontera con Canadá para desertar, debido a su oposición a la guerra de Vietnam. Desde entonces ha vivido en la Columbia Británica, al noroeste de Canadá.

Según expertos legales, la recuperada iniciativa para cazar a desertores de Vietnam supone un aviso para navegantes dirigido a los soldados que en la actualidad tienen dudas una vez que se encuentran enfangados en la guerra de Irak.

"Los mandos están siendo muy duros al respecto", asegura Lee Zaslofsky, coordinador de la campaña de Apoyo a los Resistentes contra la Guerra. "Hay muchos jóvenes que están intentando obtener refugio en Canadá para no incorporarse a sus puestos en Irak, y han decidido sentar un ejemplo", explica. "La mejor manera de acabar con este problema en el Ejército de Estados Unidos es poner fin inmediatamente a la guerra en Irak", añade Zaslofsky.

El arresto de Abney ha supuesto encender la luz roja sobre la creciente urgencia para que el Gobierno de Canadá tome una decisión para ofrecer asilo a los soldados que se oponen a Irak. En estos momentos, Canadá acoge a 20 de esos soldados. "Canadá es visto todavía por muchos estadounidenses como lo que Pierre Trudeau definió como un refugio contra el militarismo", concluye Zaslofsky.

Allen Abney, desertor de la guerra de Vietnam, en una foto sin fecha.
Allen Abney, desertor de la guerra de Vietnam, en una foto sin fecha.AP

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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