Cebrián: "Estamos ante una guerra por el control del petróleo, y seguirá"

El consejero delegado del Grupo PRISA, Juan Luis Cebrián, analizó ayer la situación internacional en la presentación del libro Cubriendo el Islam (Debate), del intelectual palestino Edward W. Said, ya fallecido, y concluyó que el conflicto actual es "una guerra de poder por el control de las fuentes de la energía, del petróleo, y seguirá".

"EE UU no se va a ir de Irak porque no puede dejar el control del petróleo en un momento en el que aumenta la demanda en China y en la India", continuó. "Esto se origina con el trío de las Azores. Allí se decidió ir a la guerra para controlar las reservas de petróleo. Por eso queremos instalar la democracia en Irak pero no en Arabia Saudí, un régimen igual de poco democrático que el de Sadam Husein. Se insiste mucho en el uso de las rentas del petróleo que hace Chávez, pero muy poco en el que hace la familia Saud".

También participaron en la presentación del libro el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, que lo ha traducido, y el ex director de Abc, Ignacio Camacho. En la sala estaba el ex presidente Felipe González y el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

Cebrián criticó la actitud de los gobiernos europeos en la crisis de las caricaturas. "No se tomaron medidas cuando las sedes diplomáticas fueron asaltadas sin que las autoridades las defendieran", explicó. "Hay que hacer un esfuerzo por comprender", replicó León. "Estamos ante un problema muy serio, y desde la perspectiva de la política tenemos que buscar la convivencia, no podemos permitir un diálogo de sordos en el que unos gritan a favor de la libertad de expresión y otros contra las ofensas al islam. Tenemos que practicar políticas de diálogo cultural. Los que gritan más fuerte son los extremistas, que secuestran el debate. No podemos convertirnos en ontologías antitéticas, como dice Said".

Camacho destacó, como Cebrián, que el libro demuestra la ignorancia sobre el islam incluso entre los supuestos expertos y corresponsales estadounidenses, y consideró muy útil su mensaje "en un momento en el que la complejidad se ha convertido en un estorbo y se impone la estrategia del griterío, la democracia del canutazo".