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Bret Easton Ellis mezcla el terror y la memoria en su novela 'Lunar Park'

El escritor estadounidense afirma que aborda las "cosas que le hacen vulnerable"

Amelia Castilla

Bret Easton Ellis (Los Ángeles, 1964) empezó a escribir Lunar Park movido por el placer que le procuraba cuando era adolescente leer novelas de miedo, pero un espacio "tan sencillo y directo", como el de una obra de género, se transformó a medida que decidía explorar en sucesos acontecidos en su vida, como la muerte de su padre ("de repente, el libro tenía un fantasma y un hijo muy enfadado; de hecho, me atormentaba el fantasma de mi padre"), o la manera en que los personajes persiguen al autor, en su caso personalizado en el psicópata de American Psycho. "He escrito sobre cosas que me hacen vulnerable y he querido ser abierto y honesto", contó ayer en Madrid.

Patrick Bateman, el personaje central de American Psycho -"su libro más vendido y su personaje más icónico"-, se utiliza como uno de los disfraces recurrentes de las fiestas de Halloween de Nueva York y el muñeco que le representa puede comprarse a través de Internet, pero eso es algo que ha decidido el público al margen del escritor. De ahí, Bret Easton Ellis ha extraído una lección: "Por mucho que uno quiera controlar a un personaje, una vez que se publica el libro pierde su control", aclaró el autor de Menos que cero.

Vestido de negro de la cabeza a los pies, afable, divertido y cínico como buen personaje de sí mismo, el autor explicó que su nueva novela poco o nada tiene que ver con las anteriores. "Lunar Park [Mondadori en español y Columna en catalán] supone el final de una fase de mi carrera y el principio de una nueva etapa; antes escribía sobre lo social, representado por una sociedad apestada en la que no me gustaba lo que veía, pero aquí no hay nada que se pueda satirizar. Intenté que fuera muy autobiográfica y que el elemento sobrenatural no se me escapara. En cierta medida, lo político aquí se ha convertido en lo personal".

Protagonizada por el propio Bret Easton Ellis, Lunar Park se mueve entre la realidad y la ficción y, como en sus otras novelas, no faltan ni los consumidores compulsivos de drogas o fármacos, en este caso extendido a los niños y hasta a los perros, ni la música. El escritor participó como teclista en algunos grupos de rock en la universidad, y en Menos que cero se inspiró en el título de una canción de Elvis Costello. Así que Eagles, Ramones, Stevie Wonder o Joe Walsh suenan ahora a través de las páginas de Lunar Park, aunque, según aclaró ayer el autor, la música no le influye cuando escribe. Ni siquiera la escucha mientras trabaja. "Como ya no escribo sobre lo que les gusta a los jóvenes, ya no desempeña un papel tan importante. A medida que uno va cumpliendo años ya no necesita bajarse todos los éxitos de Internet o acudir a todos los conciertos".

Cuando un periodista le preguntó por el título de su nueva novela y su relación con el género de terror, sonrió ampliamente antes de explicar la extraña forma que tiene de seleccionarlos. Como tantas otras cosas en su vida, aparecen de la nada. Por ejemplo, en el caso de American Psycho, llevaba redactada más de la mitad de la obra y aún no tenía título. Una tarde decidió despejarse y acudir al cine a ver un programa doble. En la marquesina donde se anunciaban las dos películas programadas no cabían los dos títulos, El himno de América y Psycho tres, y juntaron las dos palabras que después dieron título a su novela más famosa. En el caso de Lunar Park, es el nombre de un parque de atracciones, pero también responde a que al hijo del escritor que figura en la novela le gusta la astronomía.

Como en sus anteriores trabajos, Easton Ellis ya ha vendido los derechos de la película para el cine. Una vez concluida la gira de promoción de su novela, "un trabajo estresante y más difícil que escribir", retomará Menos que cero (1985), la obra con la que irrumpió en el mundo editorial cuando sólo contaba 21 años, para averiguar qué ha sido de los pijos perversos que la protagonizaron. "Se han cumplido 20 años de su publicación, y una noche me abrí una botella de vino y volví a releerla. Me gustó, me acabé la botella y la devolví a su estante en la librería, pero aquello me dio una idea; nunca pensé que me apeteciera escribir una segunda parte, no se va a titular Menos que cero dos, pero tratará de esos mismos personajes y de cómo han evolucionado con el paso del tiempo".

Bret Easton Ellis, ayer en Madrid.
Bret Easton Ellis, ayer en Madrid.ULY MARTÍN

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