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ESTA SEMANA
Columna
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Exigen la verdad

Los populares andaluces no van a ser menos y, al igual que ocurre con sus dirigentes nacionales en relación a la autoría del atentado del 11-M, reclaman, también, la verdad. En este caso, entorno al acuerdo entre España y Reino Unido sobre la escala de submarinos nucleares en el puerto de Gibraltar. No han acogido de buen grado el compromiso asumido por el ministro de Asuntos Exteriores británico, Jack Straw, ante su homólogo español, Miguel Ángel Moratinos para colaborar y garantizar la seguridad de los ciudadanos e informar sobre cualquier nueva visita de este tipo de naves aunque el mismo ministro llegaba a calificar como improbable que se volviera dar una como la del Tireless, asunto que provocó la mayor manifestación de protesta ciudadana registrada en Andalucía.

Para ellos, por tanto, no resulta suficiente este gesto británico que se produce, además, en el contexto de las conversaciones que mantiene España, Reino Unido y la Roca para el futuro de este enclave.

Tienen derecho las organizaciones eco-pacifistas de la zona en asumir con escepticismo este tipo de anuncios pero no así los que consintieron sin rechistar,cuando ellos gobernaban, el que se produjera la afrenta que supuso la escala del submarino nuclear averiado sin la más mínima explicación y todo ello rodeado de un espeso manto de silencio en virtud de la extraordinaria amistad que mantenían José María Aznar y Toni Blair.

Despropósito

Fuimos los andaluces los que pagamos aquel despropósito y ahora se están dando pasos firmes y objetivos para que no se vuelvan a repetir esos episodios, tal y como se tendrá que poner de manifiesto en la nueva ronda de contactos que se inicia esta semana. Con todo, harían bien los socialistas en no lanzar las campanas al vuelo puesto que los británicos, en cuestión de política exterior, son capaces de dejar en ridículo a cualquiera.

Es, en todo caso, un asunto en el que se comprometió a fondo el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, quien llegó, incluso, a encabezar la manifestación de protesta. Su solución puede hasta apuntársela a su favor, ahora que entramos en plena celebración del segundo año del triunfo electoral.

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Una efemérides que les llega a los socialistas en el mejor momento, sin apenas desgaste y con el debate estatutario más encauzado que nunca tras el pronunciamiento favorable del Consejo Consultivo de Andalucía, resolución que incorpora la guinda de facilitar, además, una solución técnica para lograr una salida a la reivindicación de la gestión de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Para colmo, advenedizos de última hora encuentra validez a esta reforma, eso sí, tras la última aportación de Manuel Clavero. Bienvenidos sean.

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