Israel insiste en que el muro será la nueva frontera

El primer ministro interino israelí, Ehud Olmert, es firme en su propósito de establecer -mediante el muro de cemento que se construye en territorio ocupado- las fronteras definitivas del Estado judío sin pacto previo con la Autoridad Nacional Palestina (ANP), y no duda en afirmar que las grandes colonias judías de Cisjordania permanecerán bajo soberanía israelí, al igual que Jerusalén.

Pero igual consistencia muestran los palestinos en su rechazo a semejante iniciativa. "Israel no puede determinar mis fronteras dictándome cuáles deben ser. Eso sólo prolongará el conflicto más que resolverlo", aseguró ayer el jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erekat, del partido Al Fatah. Los dirigentes de Hamás fueron más rotundos. "La separación unilateral de los territorios es una declaración de guerra contra el pueblo palestino. Olmert está cometiendo los mismos errores que Ariel Sharon", manifestó Jaled Meshal, el líder del movimiento fundamentalista en el exilio.

El sucesor de Sharon, favorito según los sondeos para triunfar en las elecciones legislativas del día 28, está convencido de la necesidad de una separación física de la población palestina para mantener la identidad judía de Israel. Desde hace años a Olmert le obsesiona la cuestión demográfica y apuesta, como su predecesor en el cargo, por diseñar los límites del Estado sin contar con sus rivales palestinos.

El candidato a jefe de Gobierno por Kadima, el partido fundado por Sharon en noviembre, asegura que está dispuesto a negociar, aunque para ello exige a los palestinos unas condiciones que sabe inaceptables, pues para Hamás son equivalentes a la rendición y a la renuncia de sus postulados. Además de los bloques de colonias más poblados, el jefe de Kadima se propone mantener el control del valle del Jordán.

Mahmud Zahar, uno de los líderes islamistas en la franja de Gaza, arremetió ayer contra las pretensiones de Olmert, difundidas en entrevistas concedidas a varios medios israelíes. "No somos una especie de asentamientos en nuestra propia tierra. No podemos reconocer esa clase de fronteras, especialmente las creadas por el muro que separa nuestra tierra de nuestra tierra". Y es que Hamás considera propio la totalidad del territorio que se incluía en el mandato británico sobre Palestina, sobre las que se fundó en 1948 el Estado sionista.