Puntualizaciones a Rodríguez Adrados
El 19 de febrero, el académico Francisco Rodríguez Adrados publicó un artículo en EL PAÍS titulado Un poco de racionalidad que me gustaría puntualizar.
No creo correcta la comparación de Cataluña con Albania, ya que Cataluña ha sido solidaria con el resto de España desde siempre, a costa de sus propias necesidades. Tampoco es cierto que se multe a los comercios por tener letreros en castellano; se puede multar a los que no cumplan la ley y no los tengan en catalán, que es distinto. En Cataluña hay centros de enseñanza y centenares de misas en castellano; el que no entiende catalán no se siente perdido y en la mayoría de establecimientos se hablan los dos idiomas. Cataluña no está aislada, no somos "náufragos", y los estudiantes extranjeros vienen más que a otras universidades de España. Cataluña tampoco dejará de ser el primer centro editorial español, ni dejará de ser "la sede de grandes periódicos en español". Nos duele que no haya más prensa en catalán o que no se publique, como alguno hace, en las dos lenguas. Tampoco quedaremos aislados del mundo científico.
Los catalanes no pretendemos poner multas a los que hablan o escriben en español, ¿o piensa que vamos a multar a los medios que publican en castellano o a los magníficos escritores catalanes que escriben en esa lengua?
Nuestra sociedad continuará siendo culta y múltiple, no queremos romper lazos de ninguna clase con España; hoy, afortunadamente gracias a Europa, mucho menos importantes, que hace que se puedan superar los boicoteos a que nos someten algunos. ¿Es Cataluña la que se aísla de España o España la que quiere aislarnos?
En Cataluña no se impone nada que lleve al empobrecimiento; lo que se intenta es enriquecer una cultura y una lengua que han sido maltratadas y sojuzgadas durante siglos. El bilingüismo es una riqueza que sería mezquino perder.
Si en Cataluña una lengua y una cultura corren peligro es la catalana, no la castellana. Para comprenderlo necesitaríamos que se reflexionara por un momento con imparcialidad, intentando interiorizar por qué sucede lo que sucede, con serenidad, buscando las causas de por qué pasa lo que pasa.
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