E.ON pide un crédito de 32.000 millones para financiar la adquisición de Endesa
El importe del préstamo supera en 3.000 millones el establecido en la OPA
La empresa E.ON ha solicitado 32.000 millones de euros de préstamo sindicado, el mayor pedido hasta ahora en Europa, para comprar Endesa. De esta manera el grupo alemán demuestra su intención de continuar con la OPA lanzada sobre la eléctrica española, y deja entrever una posible mejora de su oferta, ya que la cantidad solicitada supera en 2.900 millones la oferta preliminar de 29.100 millones. Por otro lado, el presidente de E.ON, Wulf Bernotat, negó ayer que el Gobierno alemán haya blindado la empresa contra OPA hostiles.
El crédito ha sido solicitado a HSBC, Citigroup, J. P. Morgan y Deutsche Bank, entre otras entidades, según informó Reuters desde Francfort, citando fuentes financieras. De los 32.000 millones, 21.330 millones tienen un plazo de vencimiento de un año, y el resto, de tres.
El margen de interés para el tramo a un año es de 0,225 puntos sobre el Euríbor, y de 0,275 puntos para el de tres años, margen que incluye una prima para financiar esta gran adquisición. Otros bancos son invitados a sumarse al crédito sindicado con compromisos de 2.000 millones o 1.500 millones. Como consecuencia de este crédito, si la adquisición prospera, la calificación crediticia de E.ON caería dos escalones, a una sola A, lo que podría elevarle el coste de su financiación. La compañía podría refinanciar la parte a corto plazo del préstamo de manera rápida en el mercado de bonos y ampliar capital en no más del 10%.
Por otro lado, el presidente de E.ON, Wulf Bernotat, niega que el Gobierno alemán haya blindado la empresa contra adquisiciones indeseadas. "La autorización ministerial
[para la fusión de E.ON y Ruhrgas] no impediría a ninguna empresa -tampoco a una española- comprar E.ON con Ruhrgas incluido", declaró Bernotat en una entrevista al diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung.
La afirmación choca con el contenido de la carta dirigida el pasado 3 de marzo por el secretario de Estado alemán del Ministerio de Economía, Georg Wilhelm Adamowitsch, al secretario general de la Energía español, Antonio Fernández Segura, en el que se le comunica que en caso de la adquisición de E.ON por parte de otra empresa, el ministerio alemán puede obligar a E.ON a vender su participación en Ruhrgas a un tercero. La disposición tiene validez hasta el año 2012.
El viernes pasado, Bernotat había asegurado en Madrid que el llamado blindaje sólo afecta a empresas de fuera de la Unión Europea. "De eso, no pone nada en la carta" del secretario de Estado, declaró el lunes en Berlín el portavoz del ministerio, Hendrik Luchtmeier.
Bernotat cree que "ni siquiera la Comisión Nacional de la Energía (CNE)" puede tener nada que objetar a la adquisición de Endesa por parte de E.ON, y recuerda que Bruselas ya ha pedido explicaciones por el nuevo decreto que amplía las funciones de la CNE y le da derecho a decidir sobre la posible compra.
Los accionistas deciden
En caso de lograr su objetivo de adquirir Endesa, E.ON mantendría completa la empresa española, "al contrario de lo que ocurriría con Gas Natural". Por eso, el presidente considera que su oferta "es claramente más atractiva para los accionistas, para los empleados y para los clientes de Endesa". "Sobre una transacción así deberían ser al final los accionistas de Endesa los que decidan, y no la política", añade.
Bernotat asegura en la entrevista, publicada ayer, que tiene toda la paciencia del mundo y que no se pone un límite de tiempo para esta operación. "Tenemos una gran experiencia en procesos largos", declara.
Con respecto al rechazo de Endesa por el precio bajo ofrecido por E.ON, Bernotat comprende que Endesa luche por conseguir un precio más alto "en interés de sus accionistas". Sobre la posibilidad de que Gas Natural lance una contraoferta, el ejecutivo prefiere esperar a ver "si realmente" lo hace.
E.ON también podría mejorar la oferta, aunque Bernotat aclara que hay límites. Todavía está vivo el intento de la alemana de adquirir la escocesa Scottish Power el pasado otoño. Después de un largo tira y afloja, E.ON se retiró porque los escoceses pedían más de los 16.500 millones que la alemana ofrecía. "Lo que valía para Escocia, vale para España", sentencia Bernotat.
