_
_
_
_

La escasa capacidad del control aéreo en Valencia provocó los mayores retrasos de Europa en 2005

AENA proyecta unas nuevas instalaciones del área terminal que serán operativas en 2009

La escasa capacidad del centro de control aéreo del área terminal de Valencia, que gestiona la entrada y salida de los vuelos que aterrizan y despegan de Manises, en Valencia, l'Altet, en Alicante, y San Javier, en Murcia, provocó los peores retrasos de Europa atribuibles a problemas de gestión de tráfico en jornadas punta del ejercicio pasado, según datos estadísticos difundidos en febrero pasado por Eurocontrol, la organización europea para la seguridad en la navegación aérea creada para fomentar la implantación de un espacio aéreo único en toda Europa.

Las rutas abiertas por las compañías de bajo coste han disparado las operaciones

Eurocontrol agrupa a organizaciones civiles y militares de 36 estados de toda Europa y analiza periódicamente la puntualidad del tráfico aéreo y las diversas causas de retraso en los vuelos. Problemas de organización de las propias líneas aéreas son responsables de más de la mitad de los retrasos. La incidencia de la gestión de tráfico sobre los retrasos se ha recortado paulatinamente y algo menos del 10% de las demoras fueron atribuibles a los controladores aéreos en 2005, según datos de Eurocontrol.

Pero dos centros de control aéreo, los de Valencia y Brest, en la Bretaña francesa, acumularon retrasos de hasta 3.200 y 2.650 minutos, respectivamente, en determinadas jornadas, esencialmente sábados del pasado verano.

La mayoría de las incidencias atribuibles a los controladores sobre la puntualidad de los vuelos son resultado de huelgas de celo, siempre según Eurocontrol. Pero la escasa capacidad del centro de control de Valencia se cita expresamente, su incidencia se arrastra a lo largo de todo el ejercicio y deriva problemas a los controladores de Barcelona.

Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), la entidad responsable de la gestión del tráfico en España, tiene previsto construir un nuevo centro de control del área terminal en Valencia, según un portavoz oficial de AENA. El proyecto se encuentra en fase de redacción y el nuevo centro sólo será operativo hacia finales de 2008 o principios de 2009.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los trabajadores del centro de control del área terminal se ocupan de ordenar a través del radar la aproximación de los aviones con destino a los aeropuertos de Manises, l'Altet, San Javier y otras instalaciones menores hasta que los vuelos establecen contacto visual con la torre de control de cada aeropuerto. El centro de control de Valencia se ubica en una sala de la actual terminal de autoridades de Manises, la primera terminal del aeropuerto de Valencia, en unas instalaciones que parecen provisionales desde hace años y que sufren inundaciones periódicas.

En paralelo, los aeropuertos de Manises y l'Altet acumulan un aumento sostenido del tráfico aéreo. Las nuevas rutas abiertas por las denominadas compañías de bajo coste han multiplicado las operaciones.

L'Altet siempre ha sido destino preferente de vuelos chárter, que pierden importancia en favor de las nuevas compañías de vuelos baratos, pero los nuevos operadores han desbordado la capacidad de Manises.

El aeropuerto de Valencia es, además, la base de la compañía aérea regional Air Nostrum, filial de Iberia, que dispone desde hace dos años de su propio hangar de mantenimiento, donde revisa todos los aparatos de su flota.

El número de operaciones, entradas y salidas, que gestionan los controladores aéreos crece en los últimos años en l'Altet y Manises muy por encima del conjunto de España.

El aeropuerto de Valencia registró 65.547 operaciones a lo largo de 2003. El ejercicio pasado acumuló más de 87.000. El aeropuerto de Alicante registró 56.000 operaciones en 2001. En 2005, superaba las 76.000.

El aeropuerto de Manises recibió con bendiciones al pasajero cuatro millones en noviembre pasado, cuando su director, Iván Tejada, admitió que se habían superado las previsiones de tráfico que AENA estimaba para 2015.

Obras de ampliación de la terminal de pasajeros del aeropuerto de Manises.
Obras de ampliación de la terminal de pasajeros del aeropuerto de Manises.CARLES FRANCESC

Bajo coste e indemnizaciones

La nueva demanda generada por las compañías de bajo coste ha disparado las operaciones en los dos aeropuertos de la Comunidad Valenciana. La joven compañía británica Easy Jet es ya el primer operador de vuelos en términos absolutos en l'Altet, el aeropuerto de Alicante. La española Vueling ya es el segundo operador desde Manises. Y las ofertas de la irlandesa Ryan Air y otras desde Valencia han forzado a Iberia a suprimir el vuelo diario que ofrecía desde Manises a Londres. A partir del próximo 26 de marzo será imposible viajar desde Manises al aeropuerto de Heathrow.

Las compañías de bajo coste concentran sus operaciones en capitales medias de toda Europa porque los costes de acceso a los aeropuertos son mucho más reducidos.

Pero también optan por aeropuertos medios por una segunda razón. La Unión Europea impuso a las compañías aéreas la indemnización obligatoria a los pasajeros por retrasos injustificados y los grandes aeropuertos son siempre los que más problemas acumulan.

Pero el crecimiento del tráfico no se ha acompasado con la capacidad técnica de gestión de vuelos. Los aeropuertos de Manises y l'Altet figuran sistemáticamente entre los 20 aeropuertos europeos con mayor porcentaje de vuelos retrasados, según las estadísticas que elabora con carácter mensual Eurocontrol. La relación incluye muy mayoritariamente grandes aeropuertos europeos y algún punto negro, como el aeropuerto de Larnaka, en Chipre, que habitualmente se lleva la palma. Pero con el escaso margen con que operan las compañías de bajo coste, la posibilidad de indemnizar a sus pasajeros por posible retraso no está prevista.

Los aeropuertos valencianos serán sometidos a una prueba de fuego a principios del próximo verano. El inicio de las vacaciones en toda Europa coincide con el Encuentro Mundial de las Familias, con presencia del Papa, que congregará a miles de peregrinos católicos. Ni los representantes del Vaticano que se reunieron hace diez días con el delegado del Gobierno en Valencia ni AENA se atreven a estimar el número de peregrinos que acudirán a Valencia por vía aérea. Pero serán miles. O decenas de miles.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_