La Generalitat, los sindicatos y centros privados rozan el acuerdo en el pacto por la educación
La sexta hora de clase sólo llegará el curso próximo a municipios con más de 5.000 habitantes
El pacto por la educación, que debe prolongar una hora diaria las clases en la escuela pública y avanzar en la gratuidad de las escuelas concertadas, está al borde del acuerdo. La negociación ha avanzado con los sindicatos, al aceptar el Departamento de Educación que la sexta hora de clase no entre en vigor el próximo curso en los municipios de menos de 5.000 habitantes, con la condición de que se imparta el siguiente curso. Con los centros privados, la negociación se desbloqueó ayer en una reunión con las patronales, que estimaron positivo el encuentro, aunque esperarán a la próxima semana para pronunciarse.
Varias fuentes de la negociación consultadas dijeron que se han producido avances hacia el acuerdo. El calendario de contactos para la semana próxima empieza por una reunión de Educación con las asociaciones de padres -que están a favor de la sexta hora-, otro encuentro con las cuatro patronales de la escuela concertada, y reuniones con los sindicatos, que representan a los maestros.
La Generalitat ofrece contratar a 2.500 maestros para impartir la sexta hora. Comisiones Obreras y UGT aplauden que se aplace un año su aplicación en algunos centros, pero su decisión final queda pendiente de otros aspectos: plan de choque en la secundaria y formación profesional y garantías de que la gratuidad de la enseñanza empezará en septiembre en las escuelas concertadas.
Respecto a la sexta hora, que ya imparten los centros concertados, se introducen medidas de flexibilidad. Los ubicados en poblaciones de menos de 5.000 habitantes podrán aplazarla, pero igualmente podrán aplicar la medida si lo desean. De la misma manera, las escuelas ubicadas en municipios con más de 5.000 habitantes también podrán retrasar la medida si lo justifican ante Educación. De esta forma, la sexta hora entraría en vigor para el 90% del alumnado.
En la reunión celebrada el pasado jueves en el Palau de la Generalitat entre el primer consejero, Josep Bargalló; la consejera de Educación, Marta Cid, y los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras, Josep María Álvarez y Joan Coscubiela, respectivamente, quedó claro que por parte sindical no habrá pacto si no hay acuerdo con las escuelas concertadas y no entran los dos sindicatos en el pacto.
La otra pata principal de la negociación son las cuatro patronales de las escuelas concertadas, que escolarizan al 38,5% de los alumnos catalanes antes de su llegada a la Universidad. Fuentes de la negociación dijeron que el clima de la reunión con las patronales privadas mejoró ayer. No se concretaron cifras, pero por parte de los centros se valoró que el tripartito haya retirado las enmiendas que presentó en contra de concertar con centros privados la segunda etapa de educación infantil en la Ley Orgánica de Educación (LOE), que está en fase final en el Senado (véase EL PAÍS del 28 de febrero).
Los colegios concertados esperan que se alargue el plazo del concierto, prolongado por un año, y una eventual mejora de la partida de gastos generales, que la Generalitat ya ha elevado en el 30%. Para acercar posiciones se negocia que la gratuidad de los centros concertados arranque el año próximo con un número limitado de escuelas: alrededor de una decena, en lugar de la veintena prevista inicialmente. Estas escuelas dejarían de cobrar cuotas a las familias. Educación les ofrece fondos para que aumenten la escolarización de inmigrantes.
Dos o ninguno
Autoexcluido voluntariamente el sindicato USTEC -mayoritario en la escuela pública-, UGT y CC OO protagonizan la negociación sindical con el Departamento de Educación. No habrá pacto educativo sin ellos. Y ninguno de los dos sindicatos contempla firmar un pacto en el que no esté el otro.
Ambas centrales sindicales han presentado peticiones a Educación para cerrar el pacto. A nueve meses de las elecciones sindicales en los colegios hay miedo a dar pasos en falso. Los sindicatos dicen que o se garantiza que la sexta hora se aplica bien o no la aceptarán. Los ojos también están puestos en una parte de las bases sindicales, que, o bien están en contra de la sexta hora o bien temen las consecuencias de su aplicación en los colegios y han denunciado improvisación y falta de información de Educación para aplicar la medida. Las negociaciones han avanzado en apenas 48 horas, pero la semana próxima se sabrá si firman dos o ninguno.
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