Un coche bomba mata en Pakistán a un diplomático de Washington
El atentado suicida en Karachi, al sur de Pakistán, en el que la explosión de un automóvil con bombas costó la vida a cuatro personas, entre ellas un diplomático estadounidense; precedió la visita que George W. Bush hará mañana a la capital, Islamabad. La detonación se produjo en el aparcamiento del hotel Marriott, situado al lado del Consulado de EE UU. "Los terroristas y los asesinos no me van a impedir ir a Pakistán. Mi viaje es importante, es importante que hable con el presidente [Pervez] Musharraf sobre nuestra lucha contra los terroristas. Él se juega mucho en este combate: en cuatro ocasiones ha sufrido intentos de asesinato", dijo Bush en Nueva Delhi.
Aparentemente, el coche-bomba conducido por un terrorista suicida arremetió contra un vehículo en el que viajaba el diplomático norteamericano. Su chófer, un paquistaní, también murió, igual que un policía y una mujer. Hubo medio centenar de heridos y grandes destrozos en los alrededores.
Karachi, principal ciudad de Pakistán, tiene una importante presencia de grupos terroristas, algunos relacionados con Al Qaeda, y el Consulado de EE UU ya fue objeto de un atentado en 2002 y de otro intento en 2004.
El Ministerio pakistaní de Exteriores calificó lo ocurrido de "horrible atentado terrorista" y lamentó la pérdida de vidas. "Este absurdo acto estimula nuestra determinación de luchar contra el terrorismo; debemos trabajar juntos para eliminar esta terrible amenaza".
Campo de batalla
Para Stephen Hadley, consejero de Seguridad de Bush, el atentado fue "la señal y el recuerdo de que estamos en medio de una guerra contra el terrorismo, y de que Pakistán es al mismo tiempo un aliado en esa guerra y forma parte del campo de batalla".
El Gobierno del presidente Pervez Musharraf coopera con EE UU en la lucha contra el terrorismo, pero los estadounidenses -y los vecinos afganos e indios- creen que Pakistán puede hacer mucho más para contrarrestar la actividad de los grupos terroristas, tanto en la frontera con Afganistán como en Cachemira.
Bush, que tiene previsto llegar esta misma noche a Islamabad, se entrevistará mañana con Musharraf y asistirá a una sesión informativa sobre la ayuda de EE UU a la reconstrucción de los destrozos del terremoto de octubre en el noreste del país. Los grupos islamistas, que llevan varias semanas organizando protestas violentas con la excusa de la publicación de las caricaturas de Mahoma en un diario danés, han organizado manifestaciones hoy expresar su rechazo a la visita de Bush.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.