El PNV advierte al PSE y a Vivienda de que "hay que pulir" su pacto sobre suelo
El tripartito y los socialistas rechazan las dos enmiendas de totalidad al proyecto de ley
El proyecto de ley de Suelo salvó ayer sin problemas el debate de las enmiendas a la totalidad presentadas por el PP y EHAK, una vez que los socialistas habían garantizado su apoyo al texto tras cerrar un acuerdo con el Departamento de Vivienda la semana pasada. Sin embargo, la tramitación que le aguarda aún al proyecto hasta que obtenga la aprobación definitiva del Parlamento en junio puede deparar alguna sorpresa. El PNV ya fue preparando ayer el terreno y advirtió a los socialistas y a la consejería que dirige Ezker Batua de que es necesario "pulir" su pacto.
El PNV habló con claridad a través de su portavoz en la Comisión de Ordenación del Territorio, en la que se debatieron las enmiendas a la totalidad. Juan Antonio Arieta-Araunabeña puntualizó que el pacto entre los socialistas y la consejería que encabeza el socio minoritario del tripartito no significa que el debate se haya cerrado de forma definitiva y todo esté ya visto para la aprobación final, sino que ahora se abre un periodo para "pulirlo" durante la tramitación de las enmiendas parciales. En su intervención, el portavoz peneuvista no fue más allá, pero preguntado en los pasillos del Parlamento por esa puntualización explicó que se trata de "matizar algunos aspectos". "En estos momentos, el PNV está analizando todo el documento del acuerdo para presentar sus aportaciones en el debate de las enmiendas parciales, pero sin ánimo de romper el consenso alcanzado", precisó.
Arieta-Auranabeña recalcó que su partido ha preparado todo para hacer posible el acuerdo entre el departamento y los socialistas porque es importante que Euskadi cuente con una ley de Suelo -es la única comunidad que no la tiene-, pero que, una vez cerrado ese acuerdo, el PNV quiere hacer valer su posición. Esa posición se traduce, según este parlamentario, en que los nacionalistas gobiernan en dos diputaciones y en numerosos ayuntamientos, principales agentes a la hora de hacer que funcione la futura norma. "El PNV tiene cosas que decir", zanjó.Los aspectos que para los peneuvistas son susceptibles de cambio son los referidos a la autonomía municipal a la hora de aprobar sus planes generales y el porcentaje destinado a construir viviendas protegidas. En el primer caso, el proyecto de ley garantiza la capacidad de las corporaciones municipales de más de 20.000 habitantes para aprobar sus planes generales, competencia que hasta ahora recae en las diputaciones. Los ejecutivos forales disponen de un plazo de seis meses y siempre lo agotan.
"Flexibilizar" porcentajes
Desde la aprobación inicial hasta el final puede pasar un año. Si se aprueba la ley, los ayuntamientos quedarán eximidos de la obligación de esperar a que las diputaciones den el visto bueno a su planeamiento, con la pérdida de poder que ello supone para la institución foral.
Otra cuestión de gran relevancia es la que hace referencia al porcentaje reservado para vivienda protegida. El acuerdo firmado entre el PSE y Vivienda estipula que el 55% del suelo urbanizable se destine a viviendas de protección oficial, el 10%, a pisos de precio tasado (pactado con el constructor) y otro 10%, a vivienda de protección local, casas tasadas promovidas en exclusiva por los ayuntamientos. El proyecto recoge la aplicación de estos porcentajes, que suman el 75% de lo que se puede edificar en suelo urbanizable, para todos los ayuntamientos. Frente a eso, el PNV no ve con malos ojos "flexibilizar" el porcentaje, de manera que manteniendo el general del 75%, cada ayuntamiento ajuste el resto a sus necesidades.
Durante el debate, Arieta-Arunabeña puso el ejemplo de lo que ha hecho su partido en la localidad de Zarautz, donde gobierna. En suelo urbano ha destinado un porcentaje del 30% a vivienda de protección oficial (frente al 20% a que obliga la actual ley), un 50% a tasada y un 20% a libre. "Se trata de una fórmula abierta que da juego", resaltó.
Por si acaso, los socialistas y el consejero de Vivienda, Javier Madrazo, blindaron de alguna forma su pacto. De esta forma, uno de los párrafos del mismo reza: "Cualquier modificación tanto en los textos acordados como en los no acordados deberá contar con el visto bueno de las dos partes". En la ponencia, el representante del PNV, que será el propio Arieta-Arunabeña, podría encontrarse en minoría a la hora de defender sus postulados.
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