_
_
_
_
Entrevista:CHRISTIANE STALLAERT | Antropóloga

"El nazismo y la Inquisición conectan en su afán por alcanzar la limpieza de sangre"

Aurora Intxausti

La antropóloga e hispanista Christiane Stallaert (Gante, Bélgica, 1959) sostiene que la historia moderna y contemporánea de Europa ha conocido dos momentos especialmente dramáticos caracterizados por una preocupación por la cohesión social y que se resolvieron, durante la época de la Inquisición y el Holocausto, con la eliminación brutal de la diversidad étnica. En el ensayo Ni una gota de sangre (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores), la autora, que ha empleado seis años en la documentación y escritura del trabajo, afirma que el punto de conexión entre ambos sistemas son los estatutos de limpieza de sangre y los criterios para definir a quienes pertenecen a una nación y a los que son individuos impuros, que deben ser expulsados del territorio. "El narcisismo étnico y la preocupación enfermiza por la homogeneización del cuerpo social permiten comparar, a pesar de la distancia en el tiempo, la lengua y la configuración social de la España de la Inquisición con la Alemania de Hitler", asegura Stallaert.

"Mi libro trata de abrir una ventana al mundo contemporáneo, a la situación social, política y cultural tan preocupante que vivimos"
"El conflicto vasco ha podido ser tan violento porque las armas son los mismos referentes con los que está construido el nacionalismo español"

La antropóloga ha dedicado su actividad académica al estudio y la divulgación de temas como las relaciones entre etnicidad y nacionalismo, cristianos y musulmanes, colonialismo y racismo, así como las migraciones o la religión como señas de identidad étnica.

Pregunta. ¿Qué elementos de unión encuentra entre esos dos periodos tan distantes?

Respuesta. El punto de conexión entre los dos sistemas son los estatutos de limpieza de sangre, la búsqueda de la genealogía, el linaje, el criterio para definir a los que pertenecen a la nación y a los elementos impuros, a los que hay que expulsar, y la puesta en marcha de un aparato burocrático al servicio de la ejecución de un proyecto de limpieza étnica por iniciativa del Estado y escudado por la ley. Lo que conecta al nazismo con la Inquisición es su afán por conseguir la limpieza de sangre. He trabajado durante seis años en este libro y lo que trato a la hora de equiparar esos momentos históricos tan distintos es abrir una ventana, a través de una lectura comparada, al mundo contemporáneo, a la situación social, política y cultural que estamos viviendo, que para mí es muy preocupante. Soy consciente de las divergencias que existen entre lo que ocurrió en ambos casos: la intensidad del nazismo fue brutal porque en apenas 15 años se realizó todo un proyecto nacionalista, y en España esto se extiende durante varios siglos. Un caso en España que actualmente reúne esos dos aspectos de raza y religión es el nacionalismo vasco.

P. ¿Cómo explica que la doctrina creada por Sabino Arana siga perviviendo en el XXI?

R. El nacionalismo vasco es la exacerbación del nacionalismo español. Utiliza los mismos referentes identitarios contra España. Se van a definir como no españoles porque se creen más limpios de sangre, más cristianos viejos que los del resto de España. A lo largo de la historia de España siempre han sido los mismos símbolos, los mismos criterios los que se han utilizado en la creación de identidad colectiva; la pureza de sangre por oposición a lo moro o lo judío. El conflicto vasco ha podido ser tan violento porque las armas con las que lucha tiene los mismos referentes con los que está construido el nacionalismo español. A más nacionalismo español más nacionalismo vasco.

P. ¿Qué le llevó a dedicar su trabajo profesional a España?

R. Como antropóloga es un país que me resulta fascinante porque descubres cosas que son de una gran modernidad. La construcción nacional española es muy interesante; es un proceso muy largo: primero se construye un cuerpo social homogéneo a través de la religión y después, a partir del siglo XIX, tiene lugar la búsqueda del consenso sobre la propia identidad.

P. En la sociedad actual, de nuevo la religión está uniendo a una comunidad como la musulmana.

R. Lo que está ocurriendo lo contemplo con mucha preocupación porque veo muy bien cuáles son los mecanismos que tienden a la polarización. Vivo en un barrio en Bruselas en el que conviven muchas razas diferentes y veo con preocupación la radicalización y el auge del islamismo. Se están reproduciendo, salvando las distancias, muchos de los elementos que existieron en las dos épocas en las que he trabajado. Los disturbios en París, que se propagaron a otros países europeos, o las viñetas de Mahoma nos llevan a pensar que el cambio en la comunidad musulmana en Europa es alarmante.

Christiane Stallaert, en Madrid.
Christiane Stallaert, en Madrid.CRISTÓBAL MANUEL

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Aurora Intxausti
Periodista. Trabajó en EL PAÍS entre 1985 y 2021, tanto en la redacción de el País Vasco como en Madrid. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_