Annan acusa a los extremistas de manipular la fe de los creyentes

"La libertad de expresión consiste tanto en escuchar como en hablar", dijo ayer en Doha el secretario general de la ONU, Kofi Annan, que identificó en esta frase el mensaje esencial que la Alianza de Civilizaciones debe transmitir al mundo. "El problema no es de fe, sino de creyentes, de extremistas que tienden a abusar y malinterpretar esa fe en beneficio de su causa, tanto si deriva del Corán, de la Torá o del Evangelio", afirmó Annan.

El secretario general de la ONU lanzó estas ideas al inaugurar en la capital de Qatar la segunda reunión del Grupo de Alto Nivel (GAN) de la Alianza de Civilizaciones con un análisis de la crisis desatada por la publicación de las caricaturas de Mahoma, unos hechos, dijo, que revelan "el profundo fondo de desconfianza y resentimiento" existente entre el mundo occidental y el islámico.

Annan achacó a la proximidad de las culturas, más bien que a la distancia, la virulencia del choque. "Las caricaturas ofensivas se publicaron en un país europeo que ha incorporado una significativa población musulmana y no está seguro de cómo hacerlo. Y algunas de las reacciones más fuertes se han visto en países musulmanes en los que muchos se sienten víctimas de la excesiva influencia o interferencia de Occidente", dijo.

A partir de ahí, el veterano diplomático ghanés ve el juego de los extremos: "Tanto si los que publicaron las caricaturas trataban deliberadamente de provocar, no hay duda de que algunas reacciones violentas han animado a grupos extremistas en las sociedades europeas, cuyo objetivo es demonizar a los inmigrantes musulmanes, si no expulsarles. Del mismo modo, la reedición de las viñetas y el apoyo a las mismas expresado por algunos líderes europeos han reforzado a los que, en el mundo musulmán, ven a Europa o a Occidente en su conjunto como irremediablemente hostiles al islam".

Símbolos sagrados

Hay que actuar para que el diálogo entre culturas no se reduzca a "un agrio intercambio entre los extremos", prosiguió el secretario, y es preciso desplegar "una gran sensibilidad cuando se trata de símbolos y tradiciones que son sagrados para otros".

El problema, planteó Annan, es que "las voces de la moderación" son poco efectivas y que cualquier artista o deportista tiene más audiencia que un político. Para resolver esta dificultad nació la Alianza de Civilizaciones, una iniciativa que "todos deberíamos agradecer a los primeros ministros de España y Turquía por su capacidad de anticipar un tema que es vital". Federico Mayor Zaragoza, copresidente español del GAN, junto al ex ministro turco de Exteriores Mehmet Aydin, puso como ejemplo de iniciativa concreta que la alianza estudia pedir a las autoridades alemanas que aprovechen los mundiales de fútbol de junio para difundir mensajes de diálogo y concordia.

El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que intervino a puerta cerrada, planteó otras iniciativas, como la celebración de un Congreso Mundial de Medios de Comunicación, porque "la crisis de las viñetas es un ejemplo de lo que no se debe hacer en este campo". Otra idea de Moratinos es crear "un código de conducta sobre libros de texto" o "un módulo educacional inspirado en los principios de la alianza", a fin de que las nuevas generaciones salgan preparadas para la convivencia.

"España está tan determinada a luchar incansablemente contra toda forma de antisemitismo como comprometida a combatir cualquier tipo de islamofobia", proclamó también el ministro.