Vizcaya gestionará la basura de los 82.000 vecinos de Getxo sin aclarar si se incinerará

La Diputación de Vizcaya comenzará a gestionar el próximo 1 de abril las basuras de los 82.000 vecinos de Getxo, pero sin aclarar si las quemará en la incineradora de Zabalgarbi. Las disensiones en el equipo de gobierno de Getxo (PNV, EA y EB) sobre este asunto, en el que Ezker Batua rechaza la incineración, han abocado a la firma de un convenio con la Diputación que deja abierto el tratamiento de los residuos urbanos. "Eso se decidirá en la comisión creada" con representantes municipales y forales, señala la directora de Medio Ambiente de la Diputación, María Uribe.

A partir del 1 de abril, sólo Bilbao y los municipios limítrofes con otros territorios como Ermua, Mallabia, Orozko y Otxandio continuarían con el depósito en vertedero como principal tratamiento de la basura doméstica. En esos cuatro últimos casos se debe a la proximidad con mancomunidades guipuzcoanas y alavesas que cuentan con basureros. En Bilbao, la apuesta pasa por mantener el tratamiento en el vertedero de Artigas y el rechazo a la incineración.

Getxo también dispone de un vertedero propio, pero desde hace varios años se encuentra casi al límite de su capacidad. Además, pidió ayudas europeas para su clausura y, para no perderlas, tuvo que empezar el proceso de cierre en 2005 y buscar una alternativa al tratamiento de su basura, casi el 8% de la generada en toda Vizcaya, sólo superada por Bilbao (115.000 toneladas anuales, casi un tercio del total) y prácticamente igual que la de Barakaldo: 28.500 toneladas en 2004, apenas 1.000 más que Getxo.

La firma de un convenio con la Diputación, que gestiona los residuos de casi todos los municipios vizcaínos, se ha complicado debido a la apuesta foral por la incineradora de Zabalgarbi, la primera planta de este tipo en Euskadi, que funciona desde hace casi año y medio. Ezker Batua mantiene una posición contraria a la incineración, lo que imposibilitó la firma del acuerdo el pasado año.

60 euros por tonelada

Estas disensiones se han resuelto con la redacción de un convenio en el que la Diputación se hace cargo del tratamiento de las casi 27.700 toneladas de residuos domésticos que genera anualmente Getxo, según los datos de 2004, "combinando los tratamientos que en cada momento mejor respeten" las opciones existentes para la "gestión de los residuos". En Vizcaya, ahora son el vertedero o la incineración. El acuerdo supone el pago por el Ayuntamiento de Getxo de 60,23 euros por tonelada de residuo, la misma cantidad que abonan el resto de municipios vizcaínos que sí hacen referencia al tratamiento de la incineración en sus acuerdos con la Diputación para tratar sus basuras.

"Puede ir a vertedero o a la incineración. Se decidirá sobre la marcha", asegura la directora foral de Medio Ambiente, María Uribe, quien precisa que dicha decisión corresponderá a la comisión bilateral creada entre ambas instituciones.

Uribe precisa que la Diputación no tiene ningún obstáculo para depositar las basuras de los 82.000 vecinos de Getxo en los vertederos forales de Jata e Igorre, que cuando acogían casi toda la basura generada en la provincia -antes de iniciarse la quema en Zabalgarbi- tenían por delante otros 12 años de vida útil. La directora de Medio Ambiente agrega que el acuerdo con Getxo hace responsable a la institución foral de la gestión y no le vinculan "otros acuerdos" que hayan podido adoptar en su momento los grupos municipales.

El portavoz de Ezker Batua en Getxo, Iñaki Urkiza, ha asegurado que si las basuras de la localidad se envían a la incineradora de Zabalgarbi considerará que se está incumpliendo el convenio con la Diputación.

La incorporación de Getxo al sistema de tratamiento de la gestión si garantizaría cubrir la incineración prevista por Zabalgarbi: 230.000 toneladas de basuras anuales. En 2004, se generaron en Vizcaya, sin contar con los residuos que se reciclaron, un total de 370.000 toneladas de desechos domésticos, de las que más de 115.000 correspondieron a Bilbao. Sin Getxo y los municipios que gestionan sus basuras en Guipúzcoa y Álava, la cifra disponible rondaría las 220.000 toneladas.

En Guipúzcoa, donde están proyectadas dos plantas de incineración, todavía persisten las voces contrarias a este tratamiento. Vizcaya, que también registró ese debate, aprobó en diciembre su segundo Plan de Residuos Sólidos Urbanos, con vigencia hasta el año 2016, que prevé duplicar la capacidad actual de la incineradora y ofrecer otros tratamientos como una planta mecánico-biológica (separa el material aprovechable y los componentes orgánicos de la bolsa de basura) y otra de compost.