Una nueva vida para Monfragüe
El espacio natural de Cáceres, cada vez más cerca de convertirse en parque nacional
Extremadura tendrá su primer parque nacional. Parecía mentira que la región española que guarda muchos de los parajes mejor conservados del país, y que cobija una de las representaciones de especies de fauna mayores de Europa, no tuviera ninguna zona calificada con la figura de protección ambiental más alta. Más de una década han estado sonando las peticiones para que Monfragüe se convirtiera en parque nacional, y ese sueño de muchos se verá cumplido pronto.Los serrijones y vegas fluviales de Monfragüe están considerados como uno de los mejores refugios de fauna mediterránea del continente. Sus 18.396 hectáreas fueron declaradas parque natural en 1979, y en el año 2003 sus montes y pueblos fueron reconocidos como Reserva de la Biosfera. Además, su perímetro se incluye en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de Monfragüe y Dehesas del Entorno, con una extensión de 116.160 hectáreas.
Los perfiles del Mons Fragorum (monte denso), que bautizaran los romanos, son atravesados por dos grandes cursos fluviales, el gran Tajo, que lo cruza de este a oeste en un sinuoso trayecto colgado de farallones cuarcíticos donde se alojan cientos de parejas de aves rapaces, y el Tiétar, que desciende de las tierras abulenses para tributar sus aguas al Tajo en medio del parque.
1 Fauna terrestre.
Sus bosques adehesados de encinas y alcornoques han conseguido cumplir un nuevo milenio convertidos en el hogar de más de dos centenares de especies de vertebrados, donde la humanizada dehesa ampara sin repudio a cualquier inquilino silvestre que lo desee. Los grandes ungulados, como jabalíes y ciervos, son los mamíferos más fáciles de observar, pero entre sus espesuras también son habituales otros mucho más discretos y difíciles de ver, como el gato montés, el tejón, la gineta, el lince y el meloncillo (de los tres el más probable de observar por sus hábitos diurnos). También medran entre las foscas laderas y las humedades de los arroyos y charcas gran cantidad de reptiles y anfibios, que despiertan la curiosidad y el respeto de los excursionistas, entre la belleza colorista del lagarto ocelado y la sinuosa advertencia de la víbora hocicuda.
2 Aves.
Pero si es abrumador el número y singularidad de la fauna terrestre, aún es mucho más apabullante la riqueza alada que domina los cielos de Monfragüe. El vulnerable buitre negro, la rapaz de mayor envergadura de Europa, mantiene aquí una de las mayores colonias de cría en el mundo, con 286 parejas. Elige las copas de los árboles para ubicar sus tremendos nidos, al igual que su compañera de tonalidad, la cigüeña negra, aunque ésta también selecciona los cortados rocosos más inaccesibles del río Tajo para traer a su prole, como por ejemplo los de la peña Falcón (ornitólogos de toda Europa acuden a este rincón para observar sus nidos a partir de marzo). Monfragüe es el mejor lugar de España para observar a esta cigüeña, considerada en peligro de extinción, y que ostenta aquí una de sus poblaciones más abundantes con 30 parejas reproductoras.
Existe otro núcleo ornitológico de fundamental relevancia en este parque: el águila imperial, cuya presencia se ha censado en 12 parejas, convirtiéndose en uno de los principales enclaves para esta amenazadísima especie. Junto a ella, reinando las alturas, el importante cuarteto de águilas reales, perdiceras, culebreras y calzadas, y la rapaz más numerosa y visible del parque: el buitre leonado, que acopla sus 513 parejas en los duros crestones de cuarcita de los ríos y que es muy fácil de observar en el salto del Gitano y en el mirador de La Tejadilla. Ahora es un buen momento para la observación, ya que durante las semanas finales del invierno comienza el periodo de celo de las grandes rapaces.
No es menos destacable la mención de sus aves invernantes, porque estos montes extremeños arropan, con la llegada de los fríos del norte, a varios miles de ejemplares de aves migratorias procedentes del septentrión. Las vocingleras grullas acuden a millares cada año (el mejor lugar para observarlas son las cercanías de las numerosas charcas invernales), junto a nutridos bandos nómadas de abubillas, milanos, estorninos, avefrías y torcaces que forman parte de las varias decenas de especies que se asientan en estas lomas hasta los inicios de la primavera.
3 Miradores.
Recorrer alguna de las cañadas o caminos que surcan las vegas y cerros, donde se guarecen las aguas del Tajo a su paso por estas merindades, supone toparse con la grata visión de un paisaje cuajado de vida. Una de las mejores semblanzas del futuro parque nacional se obtiene desde lo alto, aunque su mayor cima se eleva a tan sólo 773 metros. Aún así es suficiente para poder apreciar sus ondulantes serranías y sus recrecidos cauces fluviales; el mirador del remozado castillo es la atalaya perfecta para obtener estas vistas panorámicas de Monfragüe.
Entre los numerosos crestones pétreos que han hecho singular la orografía de estos parajes, destaca por su capacidad hospitalaria el denominado Salto del Gitano: dos imponentes canchales repletos de aristas y repisas que dejan caer sus verticales paredes al cauce del Tajo, enfrentados uno en cada orilla. El más emblemático es el que recibe a su vez el nombre de Peña Falcón, en alusión a las rapaces que se guarecen en sus recovecos. El carácter acogedor de este gigantesco peñasco queda patente con la presencia de buitres leonados, alimoches, águilas reales y búhos reales, que comparten el hábitat con cigüeñas negras y chovas piquirrojas. Desde la orilla contraria, un mirador facilita, sin causar ninguna molestia a las aves, la observación con unos prismáticos de los nidos de las diferentes especies.
4 Tres excursiones.
Además de la visita al castillo o al Salto del Gitano, el centro de interpretación del parque dispone de la documentación necesaria para realizar varias excursiones señalizadas: 1. Cerro Gimio, unos siete kilómetros de sendero por el arroyo Malvecino, entre riberas de alisos y dehesas, hasta coronar uno de los altozanos con mejores vistas del entorno. 2. La Tejadilla, una vereda de nueve kilómetros paralela al río Tiétar ofrece la posibilidad de observar alimoches, buitres e incluso alguna nutria. 3. Villarreal-Castillo de Monfragüe, una senda pedestre de unos diez kilómetros lleva desde el pueblo hasta el castillo por el famoso puente del Cardenal y la fuente del Francés.
Una sola carretera asfaltada, a la que se le une otro estrecho ramal, atraviesa de norte a sur las ondulaciones del parque de Monfragüe, convertida desde hace años en la ruta peregrina de todos los amantes de la naturaleza que quieren admirar este privilegiado entorno. La bicicleta es una de las mejores opciones para adentrarse en este recorrido, que aunque con algo más de 30 kilómetros se realiza perfectamente en una sola jornada.
GUÍA PRÁCTICA
Cómo llegar- Desde la autovía N-V (Madrid- Badajoz) se puede tomar, en el kilómetro 186, el desvío que lleva a Plasencia por la EX-108. Tras pasar la localidad de Malpartida de Plasencia se toma el desvío por la EX-208 hasta Villarreal de San Carlos, donde se encuentra el centro de interpretación de Monfragüe.Dormir- Posada El Arriero (927 45 50 50). Paseo de Pizarro, 22. En TorrejónEl Rubio. La habitación doble cuesta 40 euros.- Finca La Florentina (927 31 21 60). En Herguijuela. La habitación doble cuesta 60 euros.- El Alcaudón (927 54 76 00). Caganchas, 17. Serrejón. La doble cuesta 55 euros.Comer- Monfragüe (927 19 90 02). Junto al centro de interpretación del parque. Villarreal de San Carlos. Cocina casera, carnes de la región, caldereta de cabrito. Precio medio por persona, alrededor de 20 euros.- Carvajal (927 45 52 54). Paseo de Pizarro, 54. Torrejón El Rubio. Cocina de matanza extremeña. Unos 25 euros.Información- Centro de interpretación del parque natural de Monfragüe. Villarreal de San Carlos. (927 19 91 34).- www.monfrague.com.j:/hedata/archive/graphic/8/1/1/23/20060225//MONFRAG06.eps
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