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Un disidente de la plaza de Tiananmen sale de prisión con problemas mentales

Yu Dongyue, un periodista chino encarcelado desde 1989 por manchar con pintura el retrato gigante de Mao que cuelga a la entrada de la Ciudad Prohibida, durante las manifestaciones a favor de la democracia celebradas en la plaza Tiananmen (Pekín), fue liberado el pasado miércoles. Yu sufre graves problemas mentales debido a las repetidas torturas y a los largos periodos de aislamiento soportados, según compañeros disidentes y asociaciones de derechos humanos. "Padece problemas psiquiátricos, apenas dice nada. Estamos contentos de su regreso, ahora debemos encontrar la forma de curar su enfermedad", dijo ayer su padre, Yu Yingkui, según France Presse. A finales de 2004, Yu no reconoció a su madre durante la última visita que le hizo en la cárcel. El reportero y crítico de arte de la publicación Noticias de Liuyang fue sentenciado a 20 años de prisión por "sabotaje contrarrevolucionario e incitación a la contrarrevolución" tras arrojar -junto con dos amigos, Lu Decheng y Yu Zhijian- huevos rellenos con pintura roja al retrato del fundador de la República Popular China. El incidente se produjo en el apogeo de las protestas que el 4 de junio de 1989 serían suprimidas con la entrada de tanques del Ejército en la plaza y la muerte de centenares de estudiantes y obreros. El Gobierno chino nunca ha dicho cuántas víctimas se produjeron.

"El estado físico y mental de Yu demuestra la atrocidad del sistema penitenciario chino, que destruye vidas para amordazar las voces disidentes", afirmó Reporteros Sin Fronteras. Lu relata que, según le contó otro preso, los vigilantes ataron a Yu a un poste y lo dejaron a pleno sol durante días.

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