Un barco atraca en Las Palmas con cuatro polizones muertos
El carguero transportaba cacao desde Costa de Marfil a Turquía
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía y del puerto de Las Palmas, junto a una brigada de bomberos, desembarcaron ayer los cadáveres de cuatro polizones, de unos 30 años, que fueron descubiertos durante las labores de descarga de un carguero turco de bandera panameña. El barco procedía de Costa de Marfil y tenía como destino Estambul. Las muertes, según las primeras investigaciones, se produjeron por asfixia.
El buque C-Akabey cargó sus bodegas de sacos de cacao en Abiyán, desde donde partió el pasado 6 de febrero. Diez días después, la tripulación encontró el primero de los cuerpos en una inspección de rutina para controlar el buen estado de la carga. Dos compañeros más fueron hallados días más tarde. En vez de tirarlos por la borda y seguir su rumbo, el capitán, de nacionalidad estonia, decidió variar el rumbo y recalar en el puerto de Las Palmas para poner los cuerpos a disposición de las autoridades.
El capitán explicó a los agentes lo que había sucedido y los acompañó a retirar los cuerpos de la cámara frigorífica, donde la tripulación los había introducido envueltos en plásticos y cinta de embalar. Al contarles que desconocía si había más polizones a bordo, el juzgado ordenó una revisión profunda de la carga. Bomberos ataviados con equipos de respiración autónoma desprecintaron las dos bodegas y recorrieron los cuatro departamentos de carga. En uno de ellos encontraron, agazapado, un cuarto cuerpo en avanzado estado de descomposición.
Muerte por asfixia
Los cuatro cadáveres fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de la capital grancanaria, donde la autopsia determinará la causa de la muerte. Fuentes judiciales, policiales y portuarias coincidieron en señalar como probable que fallecieran asfixiados. Como ha ocurrido en casos de transporte de madera o algodón, la mercancía, al ser de origen vegetal, sigue emitiendo dióxido de carbono y consumiendo oxígeno, a lo que se añade una profunda fumigación para garantizar la calidad del producto hasta que llega al puerto de destino.
Aunque la policía no aclaró ayer si estas cuatro personas portaban o no documentación, sí han utilizado el mismo proceder que otros polizones encontrados anteriormente: se habrán deshecho de sus papeles para que, en caso de detención en el puerto de origen, no se pueda determinar ni nacionalidad ni parentescos.
Cuando la autopsia finalice, si los cuerpos no se reclaman, se ordenará su enterramiento en una fosa del cementerio de Las Palmas, según avanzó el juez de guardia responsable del caso, Alberto Puebla, quien advirtió de que el hecho de que la carga de la mercancía se produjese en Costa de Marfil no prueba por sí mismo que estas personas procedan de ese país.
El carguero, de unos 100 metros de eslora, partió ayer de Las Palmas. "Esta operación ha supuesto un enorme coste para la compañía", aseguró el abogado Pedro Marín, nombrado por la aseguradora del barco, quien alabó la decisión del capitán y de los armadores de parar en Las Palmas. Al menos 32 polizones han sido hallados en puertos españoles desde 2000.
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