El 'caballero blanco' que llegó de Alemania
Endesa negoció en secreto durante dos meses y medio con el grupo E.ON, al tiempo que libraba una dura batalla contra Gas Natural
El lunes, a las ocho de la tarde, la canciller alemana Angela Merkel telefoneó a José Luis Rodríguez Zapatero para comunicarle la OPA de E.ON sobre Endesa. La llamada impactó de inmediato en el ánimo del presidente español, cuyo Gobierno ha respaldado la oferta hostil lanzada por Gas Natural. El objetivo de crear un gran grupo energético quedaba por los suelos y Zapatero le comentó a Merkel la importancia que tenía esa operación para España. Ayer por la tarde, Zapatero convocó en La Moncloa a los responsables de E.ON, que se encontraban en Madrid, para expresarles el mismo malestar.
La jornada anterior, durante la cual la acción de la eléctrica española subió un 2%, había sido un hervidero de rumores sobre posibles ofertas competidoras a la lanzada por Gas Natural. Pero esta vez la llamada de Merkel cambió todos los ruidos y dio paso a un día frenético en todos los mercados. La noticia saltó a primera hora de la mañana. Una delegación de la propia E.ON destacada en Madrid desvelaba sus intenciones. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendía la cotización de Endesa antes de abrirse la sesión.
El caballero blanco (como se conoce en el lenguaje bursátil al inversor que acude en defensa de una empresa que ha recibido una oferta hostil) de Endesa había aparecido en el campo de batalla con toda suerte de armas atacantes y escudos defensivos. Y nada menos que E.ON, el gigante teutón, el primer grupo de gas y electricidad del mundo, acudía al rescate. Ofrece mucho más dinero y en metálico.
A pesar de que los responsables de la compañía alemana afirmaron ayer que llevan dos meses y medio negociando con la española, fuentes de la empresa que preside Manuel Pizarro subrayaron que en ningún momento han buscado a nadie que les amparase ante Gas Natural. Asimismo, han declarado que por su sede madrileña han pasado prácticamente todas las empresas del sector interesadas. Sin embargo, queriéndolo o no, lo cierto es que desde el momento en que rechazaron frontalmente a Gas Natural dejaron abierta la puerta a posibles ofertas competitivas como la que llegó ayer de E.ON. Además, por mucho que quieran disimularlo, resultaba difícil ocultar la alegría por "la larga cambiada que ha recibido el enemigo catalán y, de paso, el Gobierno de Zapatero", según una fuente consultada de este entorno.
El apoyo del Gobierno a Gas Natural desató las iras del PP, que se alineó de inmediato con las tesis defendidas por el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, una persona que accedió a la empresa de la mano del Gobierno conservador y a quien se le atribuye una enorme ascendencia en dicho grupo político. Desde las filas del PP y de Endesa se acusó al Ejecutivo en general y al ministro de Industria, José Montilla, en particular, de "estar entregando la empresa a los catalanes". El hecho de que la operación se anunciara en pleno proceso de negociación del Estatuto catalán sirvió de caldo de cultivo para que hirviera más esta polémica política. Algunas declaraciones de destacados miembros del PP llegaron a sugerir, incluso, lo que ha sucedido, que una empresa extranjera lanzase una oferta competitiva, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en un lapsus verbal, localizó a Cataluña fuera de "territorio nacional" para decir que Gas Natural podría llevarse la sede de Endesa a Barcelona.
El conflicto fue en ascenso a medida que pasaban los días. Comenzó un carrusel de descalificaciones, de uno y otro bando, se presentaron demandas cruzadas, e incluso Pizarro llegó a esgrimir la Constitución española para argumentar su defensa. Las dos partes contrataron un sinfín de asesores, despachos de abogados, bancos de inversiones... para apoyar su defensa.
En el entorno de Pizarro se insiste en que Endesa no ha pactado con E.ON ningún acuerdo y destacan que la oferta de la firma alemana ha valorado la empresa, incluso por debajo de lo que vale, "dejando en evidencia a Gas Natural y al Gobierno". El principal accionista de la eléctrica española, Caja Madrid, ha preferido guardar silencio de momento, aunque algunas fuentes cercanas han destacado, precisamente, las consecuencias políticas que puede tener la entrada de E.ON.
Posiblemente por una coincidencia, la abundante publicidad que Endesa ha hecho para defenderse de la OPA destaca la palabra ON. Alguien dijo que se trataba de un no al revés. Otros aventuran ahora que ya apuntaba a la firma alemana.
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