La mayor parte de los fondos de los nuevos planes de competitividad proceden del Impiva

El Instituto para la Pequeña y Mediana Empresa (Impiva) cubrió en 2005 el grueso de la aportación pública de 26 millones de euros para el desarrollo de los planes de competitividad acordados entre la Consejería de Empresa y las patronales sectoriales. Las dos líneas se recortan drásticamente en 2006 para dotar una de nueva creación, el plan de competitividad de la empresa valenciana, cuyo alza procede del recorte de las partidas para investigación e infraestructuras científicas. Un portavoz oficial concedió que la consejería apenas "reorienta" sus presupuestos.

Los empresarios tienen que aportar el 50% de los 300 millones anunciados

Los planes de competitividad pactados entre las patronales sectoriales y la Generalitat fijaban una inversión de 300 millones de euros para el trienio comprendido entre 2005 y 2007. La aportación pública no superará el 50%, según explicó ayer un portavoz oficial de la Consejería de Empresa. Una proporción que se había mantenido en el aire hasta la fecha.

Empresa "financia entre el 20% y el 50%" de la ejecución de "acciones novedosas para el fomento de la competitividad, la internacionalización o la investigación" que recogen los planes de competitividad acordados entre las patronales sectoriales y la consejería, según la misma fuente.

Un informe elaborado por la diputada socialista Amparo Marco a partir de datos procedentes del Impiva revela que a lo largo de 2005 se pusieron en marcha 113 acciones vinculadas a la mejora de la competitividad y el desarrollo del tejido productivo. Dos líneas de subvención e inversión del presupuesto del Impiva cubrieron algo más de 19 millones de euros sobre una aportación pública total de 26 millones de euros.

La ejecución de los planes de competitividad, de hecho, no estaba prevista como tal en el presupuesto de 2005. Los responsables de la consejería han alegado en su descargo que la inmensa mayoría de los planes se acordaron a lo largo del año pasado.

El presupuesto del Impiva para 2006 recorta drásticamente las dotaciones de las dos líneas que cubrieron las primeras acciones de competitividad en 2005 para dotar con 19,5 millones de euros el plan de competitividad de la empresa valenciana, una línea de nueva creación vinculada al capítulo de subvenciones.

La dotación pública para los planes de competitividad se complementa con una segunda línea para inversiones que está dotada con casi 35 millones de euros.

Gerardo Camps, consejero de Empresa, explicó que los fondos públicos para el desarrollo de los planes de competitividad se elevaban en 13 millones de euros en 2006, según recordó ayer un portavoz oficial.

"La Consejería de Empresa reorienta sus presupuestos de política industrial en función de los planes que se han definido con las patronales sectoriales", explicó el mismo portavoz.

El incremento de los presupuestos de la Consejería de Empresa para 2006 responde, según la socialista Amparo Marco, al alza de los fondos vinculados al área de universidad. El estudio del detalle revela, efectivamente, que las partidas que se destinaban en 2005 a investigación y transferencia tecnológica se recortan en casi 9,5 millones de euros en 2006; mientras que los fondos que se destinaban a coordinación de infraestructuras científicas y tecnológicas, 20 millones de euros en 2005, prácticamente desaparecen. Un total de casi 30 millones que se han "reorientado" para dotar los nuevos planes, cuyo contenido estaba diseminado en varias partidas en ejercicios anteriores. Marco concluye que los planes de competitividad son un "fiasco".

Empresa apunta a nuevas prioridades y un portavoz oficial afirma que "no se escatiman esfuerzos para captar nuevos fondos".

Los contactos entre Francisco Camps, presidente de la Generalitat, y José Montilla, ministro de Industria, para intentar coordinar las subvenciones públicas y orientarlas en conjunto se mantienen. Ayer mismo, técnicos de Empresa acudieron al Ministerio de Industria. Un portavoz de la Generalitat explica que Industria reforzará las subvenciones para la compra de maquinaria en sectores tradicionales, un flanco que no cubren las subvenciones de la Consejería de Empresa.

Amparo Marco, por su parte, recuerda una respuesta parlamentaria de Víctor Campos, vicepresidente del Consell, en la que admitió que los empresarios valencianos apenas se acogían a subvenciones estatales por falta de información. Un hecho que derivó en la creación de la oficina gestora de los planes de competitividad, una ventanilla que ofrece información sobre todas las líneas públicas de subvención, estatales o autonómicas, accesibles a las empresas.

La Consejería de Empresa también apunta a la Unión Europea. "Los planes de competitividad pactados con las patronales sectoriales han despertado gran interés en Bruselas donde son considerados un modelo", según un portavoz de la consejería, "junto a la estrategia diseñada por el gobierno británico para combatir la crisis del sector del automóvil".

Según el mismo portavoz, responsables de la consejería han sido convocados a Bruselas para explicar con detalle los acuerdos alcanzados con diversas patronales sectoriales y para analizar las posibilidades de "encauzar" algunas solicitudes de fondos europeos y "reprogramar" las subvenciones previstas de acuerdo con las iniciativas que recogen los planes de competitividad.