PÍLDORAS

Guías de epilepsia

Acaban de publicarse unas Guías de apoyo para pacientes. Consejos para el manejo de la epilepsia, coordinadas por José María Serratosa, del servicio de neurología de la Fundación Jiménez Díaz, de Madrid. Estas guías, de manejo cómodo y que pretenden ser prácticas y útiles, pueden conseguirse gratuitamente en todos los hospitales, consultas de neurología y asociaciones de pacientes. Médicos y afectados reconocen que hay un gran desconocimiento en la sociedad sobre esta enfermedad, de ahí que muchos niños epilépticos no estén adecuadamente escolarizados y que el desempleo sea dos o tres veces mayor en este grupo que en la población general mayor de edad. La gran mayoría de los enfermos podría tener perfectamente controlada la enfermedad, sin ninguna crisis, si siguiese los tratamientos actuales más convenientes según su caso.- M. S.

Proteína del 'mono'

La proteína orexin A parece ser la responsable del síndrome de abstinencia o mono que provoca en los adictos a la cocaína la falta de droga, según una investigación publicada en la revista Neuron. Un equipo dirigido por en neurobiólogo Antonello Bonci ha descubierto en ratas que esa proteína es necesaria para el desarrollo de los comportamientos provocados por el ansia de cocaína y que el mono se puede frenar si se bloquea la acción de esta proteína. Su neutralización "podría abrir fructíferos caminos en la búsqueda de medicamentos contra la adicción", según los investigadores.

Chicle tras la cirugía

Masticar chicle después de una operación de colon acelera el restablecimiento del funcionamiento intestinal normal y reduce la estancia hospitalaria del paciente, según un pequeño estudio con 34 pacientes publicado en la revista Archives of Surgery.

Cualquier tipo de cirugía abdominal puede provocar íleo paralítico, una disminución fuerte o detención del funcionamiento intestinal que causa dolor, vómitos y la dilatación intestinal. El íleo también puede conducir a complicaciones más graves y estancias hospitalarias más largas. Según los científicos, masticar chicle podría estimular los mismos nervios estimulados cuando se come, lo que promovería la liberación de las hormonas que activan el tracto gastrointestinal.