Incumplimientos municipales
Creo recordar que nuestro ahora alcalde, durante la campaña municipal, prometió a todos los madrileños transparencia absoluta en esto de las obras, además de racionalizarlas para no molestar a los vecinos. Pero su promesa más simple y fácil de cumplir era la primera, es decir, que en toda obra habría información escrita sobre su objeto, plazo de ejecución y empresa constructora.
Pues bien, de la noche a la mañana han instalado, detrás de la iglesia de San Antonio de la Florida, cuatro o seis casetas prefabricadas, y basamentos que auguran otras tantas, no se sabe a qué fin ni por cuánto tiempo estarán allí. Si las unimos a las existentes donde se aloja el ambulatorio de la Seguridad Social, pues resulta que en pleno centro de Madrid nos están haciendo un conjunto de prefabricado ¿provisional? propio de un barrio marginal o de un polígono industrial.
Ya puestos a incumplir, las calles de Mozart y Pablo Sorozábal tienen importantes señales de prohibido aparcar. Lógico, por ser una vía estrecha con entrada y salida de cientos de vecinos. Incumplimiento constante de esta prohibición hasta el punto de que algunos vecinos no podemos sacar el coche del garaje por los estacionamientos indebidos de particulares, clientes del centro comercial y de los restaurantes del entorno. Éstos no quieren gastar su dinero en aparcamientos, y de camiones y grúas de las obras que, durante años, harán en la plaza del centro comercial.
Posiblemente, el Ayuntamiento quiere que seamos los propios vecinos quienes solucionemos nuestro problema con los transgresores, pues, claro, esto carece de notoriedad en la fluidez del tráfico. Sólo es un problema para el vecindario.
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