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Portugal ingresará 2.400 millones con la venta de empresas públicas

El Gobierno sacará a Bolsa en 2007 parte de la aerolínea TAP

El Gobierno socialista portugués espera obtener 2.400 millones de euros con la venta de empresas públicas en el periodo 2006-2009. Ocho empresas estatales (entre ellas las tres de energía, Galp, EDP y REN, y las líneas aéreas nacionales, TAP) serán privatizadas, unas del todo y otras no, este año y el próximo. La gran novedad es que saldrá a Bolsa una parte de TAP, la línea aérea de bandera, considerada intocable hasta ahora.

A la espera de lo que decida el mercado (que en las últimas semanas, sobre todo a raíz de la OPA por Portugal Telecom, no para de subir), el Gobierno confía en ingresar 2.400 millones de euros (1.600 millones de ellos sólo este año).

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Los analistas y agentes económicos han saludado con división de opiniones el plan, que confirma (con demasiada prudencia para algunos, con insensato aperturismo para otros) la apuesta del Ejecutivo por reducir el gasto público y el peso empresarial de un Estado pulpo que aún mantiene participaciones directas e indirectas en 150 compañías.

Las privatizaciones anunciadas el jueves pasado por el ministro de Finanzas, Fernando Teixeira, sólo serán completas en el sector papelero. Este mismo año, el Gobierno sacará a Bolsa el 5% que le queda en Portucel Tejo y el 25,7% que mantiene en Portucel. El año que viene hará lo mismo con el 29,7% de Inapa.

Sectores estratégicos

En los otros sectores considerados estratégicos (energía y transportes) las cosas irán más despacio y con más cautela. El Ejecutivo de José Sócrates, que combina en difícil equilibrio su decidida determinación liberalizadora y su apuesta por democratizar la inversión privada con la atención a los recurrentes lamentos proteccionistas del entorno político, ha asegurado que mantendrá el control, ya sea mediante mayorías o mediante derechos especiales.

De momento, parece seguro que sacará a Bolsa este mismo año un 20% de la petrolera Galpenergía (tiene el control de un 10% más a través de Caixa Geral de Depósitos) y que en 2007 hará lo mismo con una parte aún sin determinar de su ciento por ciento de TAP. En Red Eléctrica Nacional (REN), donde el Estado mantiene un 70%, está prevista la operación más compleja, porque la salida a Bolsa se hará sólo cuando Galp le transfiera sus activos de transporte de gas. La aparición de esos tres valores en el mercado, dicen los analistas, ayudará a revitalizar la economía y dará un nuevo aire al Euronext de Lisboa. Pero para el diputado comunista Honorio Novo "se trata de un hecho gravísimo que hará pasar a manos extranjeras empresas estratégicas que tienen millones de beneficios".

Galp es el gran "pelotazo" del plan. Sócrates espera ingresar unos 800 millones de euros y seguir manteniendo el poder especial del Estado, a pesar de que Bruselas ya ha abierto a Portugal un expediente por no haber renunciado todavía a la acción de oro.

También hay dudas respecto a ANA (Aeropuertos Nacionales) donde se barajan la venta de capital y la concesión. En cuanto a la eléctrica EDP, ya muy dispersa en Bolsa desde 1997 (700.000 inversores), el Estado dará salida en el mercado en 2007 a otro pedazo de su 25,5%.

En Portugal, las reformas del sector público se han hecho ya, pese a las protestas de los sindicatos y una parte de los 700.000 funcionarios, que han visto subir su edad de jubilación hasta los 65 años y perdido viejos privilegios (vacaciones, ascensos automáticos, seguros médicos corporativos).

Ajeno por completo al ruido de fondo que han creado esas medidas, Sócrates, un hombre que adora la economía y odia la burocracia, ha tratado de colorear un presente más bien gris con anuncios de nuevas infraestructuras (aeropuerto de Ota; AVE Oporto-Lisboa y Lisboa-Madrid) y una quincena de proyectos que, de cuajar, supondrán miles de millones de euros en inversión y empleos. Entre ellos, destacan la refinería de Sines (4.000 millones de euros); la fábrica de Volkswagen que producirá en Palmela los modelos Sirocco y Eos (750); los complejos turísticos de Melides (510) y Tróia (500); una fábrica de papel en Figueira da Foz (500), una planta de muebles y tres nuevas tiendas Ikea (350) y un nuevo centro de El Corte Inglés en Gaia (160 millones).

Plan Tecnológico

Pero la gran apuesta del Gobierno es el Plan Tecnológico, que trata de impulsar a fondo la Agenda de Lisboa (Conocimiento, Tecnología, Innovación) en el país más pobre de Europa occidental. Sócrates ha presumido de que todos los colegios de primer ciclo tienen ya banda ancha (aunque muchos no tengan ni ruta) y de que está en marcha un acuerdo con el Massachusetts Institute of Technology (MIT) para que abra una sede en Portugal. Cuando casi nadie daba un euro por el plan, llegó a Lisboa Bill Gates y ocho ministros del Gobierno rubricaron los 19 acuerdos que, durante los próximos cinco años, permitirán aprender informática a un millón de portugueses.

La visita del hombre más rico del mundo fue el clímax que necesitaba Sócrates para vender la idea de que modernizar Portugal es posible. "Es un mensaje al pueblo portugués", proclamó: "Hemos firmado un gran acuerdo con una de las empresas más innovadoras, dinámicas y emprendedoras porque queremos ser un país dinámico, innovador y emprendedor". Ahora sólo falta ver si los números no dicen otra cosa.

José Sócrates.
José Sócrates.

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