Gobernar la incertidumbre

"Paco Tomás es la persona que mejor conoce la universidad desde hace mucho tiempo, quizá 30 años. La única persona que podría competir con él es Àngel Ortí", asegura el catedrático de Ingeniería Química Antoni Martínez Andreu, una persona que estuvo vinculada durante años a la gestión universitaria, y que ahora la sigue desde la distancia.

El rector Francisco Tomás, que se presenta a la reelección de la Universitat de València el 1 de marzo como único candidato, ha tenido que aprovechar esa experiencia -adquirida a lo largo de décadas dedicadas a la docencia, la investigación y la gestión- para gobernar la universidad en un tiempo marcado por las incertidumbres. Económica, por la falta de recursos. Legislativa, por la dinámica de cambios legislativos y reglamentarios que inauguró la Ley Orgánica de Universidades, aprobada en 2001. Y política, por las difíciles relaciones que ha mantenido con la Generalitat.

Las críticas más severas provienen de Barona, el rival del rector en las elecciones de 2002

La mayoría define a Tomás como un gestor eficaz y sereno en un escenario complicado

Los dos antecesores de Francisco Tomás, un miembro de su equipo, su rival en las elecciones de 2002 y otros docentes destacados de la universidad hacen balance de los cuatro años de mandato. Las respuestas, en general, dibujan una buena gestión en un escenario complicado. Se ha avanzado, señalan, en el campo de la investigación -la universidad ha escalado en las clasificaciones internacionales- y en la construcción, pese a las estrecheces, de institutos de investigación; en la organización de los estudios y en la percepción social de la universidad.

Las críticas más severas provienen del catedrático de la Historia de la Medicina y último oponente electoral del rector, Josep Lluís Barona.

- Dinero

El rector que condujo la transición hacia la democracia de la Universitat de València, Ramon Lapiedra, afirma que Tomás ha debido "hacer frente a una situación económica muy difícil, porque la Generalitat no se ha responsabilizado como debería haberlo hecho de la financiación de la universidad". "La universidad, la investigación, el I+D, no son nunca indispensables en el día a día, pero son fundamentales a largo plazo. En una gestión de gobierno oportunista una de las cosas que falla siempre es el I+D porque es una inversión a largo plazo, que puede darte poca cosa dentro de cuatro años".

Lapiedra pone como ejemplo a los investigadores del programa Ramón y Cajal adscritos a la Universitat. "Unos investigadores de excelencia", capaces de aportar dinamismo a un sistema I+D deficitario, cuyos contratos comienzan a vencer este año y a los que la Generalitat sigue sin ofrecer una salida laboral estable.

El antecesor directo de Tomás, el ex rector Pedro Ruiz, asegura que esa dificultad es una "característica" que acompaña de suyo a la institución.

"Las universidades no disponen de un sistema de financiación transparente, claro y plurianual, y eso las condiciona enormemente. Muchos días me pregunto cómo encaran el mes siguiente. No digo el periodo plurianual siguiente. Digo el mes siguiente", afirma el catedrático de Geografía Joan Romero. "El rector ha demostrado una responsabilidad, una prudencia y un tacto que valoro muy positivamente, aunque a veces me pregunto cómo se puede gobernar la institución callando tantas cosas en relación con la inseguridad que proporciona no disponer de financiación".

- Cambios legislativos

Ignacio Nebot, próximo vicerrector de Posgrado, conoce a Francisco Tomás desde mediados de los años 70. Ha sido su discípulo "en el mejor sentido de la palabra". Asegura que los cambios legislativos, la aprobación de la LOU y la consecuente elaboración "desde cero" de los estatutos de la universidad han influido notablemente en el mandato: "El horizonte era de cuatro años, y hubo que dedicar dos a la reforma de los estatutos". La inseguridad no ha terminado: El Gobierno ultima la reforma de la LOU, y el conjunto del sistema universitario se encuentra embarcado en el proceso de convergencia europea.

- Trato con la Generalitat

Nebot está convencido de que otro de los aspectos que más han disgustado a Tomás ha sido el de "no haber logrado el clima adecuado con la Generalitat". El desencuentro fue visible el pasado octubre, cuando Tomás se negó a aceptar los convenios de financiación para las infraestructuras universitarias.

- Perfil personal

La Universitat de València adoptó, en su periodo de transición democrática, a principios de los años 80, unos rasgos que han pasado a ser marca de la casa: Una línea "progresista, abierta y democrática"; y un cuidado por "la lengua y la cultura propias". Los dos antecesores de Tomás, Ruiz y Lapiedra, consideran que Francisco Tomás ha mantenido con claridad ambos rasgos. Josep Lluís Barona, en cambio, opina que Tomás formó un equipo "tecnocrático" y que "pasará a la historia de la institución como un rector mediocre y conservador".

Romero señala que el rector "no es una persona de estridencias, pero sí de eficacia", que ha dado a la universidad un alto "grado de serenidad". Y Nebot lo define como una persona "extraordinariamente valiosa y humana", volcado en la institución, que puede dar "una imagen de distancia" que no es real.

- Cuestiones pendientes

En un microcosmos como el universitario no es fácil encontrar a alguien dispuesto a criticar el mandato de un rector que está llamado a repetir en el cargo. Josep Lluís Barona, ex rival electoral de Tomás, es una excepción: "Si tuviera que hacer un balance general diría que estos cuatro años han sido decepcionantes. Muy pocas cosas de las que había en el programa electoral se han llevado a cabo".

Barona pone dos ejemplos: "El rector Ruiz puso en marcha un debate para reformar la organización de la universidad. Este rectorado lo paró. Era necesario también elaborar una planificación estratégica de la universidad. Tanto en lo económico, como en las inversiones e infraestructuras. Tampoco se ha hecho nada en esta dirección, que es básica". "Creo que al equipo le ha faltado una visión general de la universidad. Ha tenido una fijación casi obsesiva por desarrollar un parque tecnológico. Y ha fracasado, porque no ha encontrado el apoyo de la Generalitat".

Nebot considera que el desafío más importante que Tomás tiene en el próximo mandato es "evidentemente, Europa". "Todo lo que tiene que ver con la adaptación de la universidad al modelo europeo. En estos momentos hay un tren en marcha, y o nos subimos o nos quedamos atrás. Y no sólo es un problema de títulos y tampoco de planes de estudio. Es un problema de formas de enseñanza, de decidir para qué sirven las carreras y de acercar la universidad a las necesidades sociales. Y no estoy hablando sólo de necesidades de la empresa, es mucho más amplio. Problemas como los de los inmigrantes, la violencia social, a los que la universidad tiene que dar respuesta formando gestores que sean capaces de ofrecer soluciones".

Romero opina, finalmente, que la universidad tiene el reto de "reconocer con más contundencia la tarea de enseñar". Y la obligación de recuperar para las aulas a los trabajadores que han sido "expulsados" de la universidad con la implantación del modelo de alumno a tiempo completo o profesional.