Wal Mart prepara el salto a la banca
El gigante de la distribución irrita al sector financiero y al Congreso con su nueva aventura
Wal Mart convertida en banco. Es el último objetivo de la mayor cadena de distribución del mundo, que irrita al sector financiero y al Capitolio. La Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC), que debe revisar la petición de Wal Mart para abrir una filial bancaria en Utah, ha recibido 2.000 cartas pronunciándose sobre el asunto, la mayoría mostrando su preocupación.
La cadena quiere abrir una filial financiera en Utah para emitir tarjetas de crédito y realizar transacciones bancarias sin intermediarios
La entrada del Wal Mart en la lucrativa industria bancaria, sin embargo, puede acabar por beneficiar al consumidor. La política de bajo precio de Wal Mart ha revolucionado el sector comercial en todo el mundo, no sólo en Estados Unidos. Eso sienta un importante precedente. Su poderoso negocio nació en 1988. Las primeras víctimas de particular filosofía corporativa fueron los supermercados y las cadenas de descuento, donde hoy controla el 16% del mercado en EE UU. Después le llegó el turno a las jugueterías como Toys 'R' Us, donde en menos de una década ha pasado a copar el 28% del negocio. Y desde hace cinco años lo intenta con el sector financiero. Primero lo intentó en California y Oklahoma, donde las autoridades reguladoras le pararon los pies.
El pasado verano, Wal Mart volvió a la carga, al cursar una petición ante la FDIC para que le autorice a abrir una filial financiera con funciones bancarias en Utah para poder cursar tarjetas de crédito, a débito y realizar transacciones bancarias sin intermediarios, lo que se conoce en Estados Unidos como ILC (siglas en inglés de Industrial Loan Corporation). En la práctica, esto le daría la posibilidad a Wal Mart de aceptar depósitos y conceder préstamos. Pero ante la controversia suscitada, la cadena de distribución deja claro que su objetivo no está en la banca comercial.
Cuentas de clientes
Wal Mart podría ofrecer así servicios bancarios a sus más de 100 millones de clientes en un plazo de tres años. Se calcula que el 20% de los consumidores que entran por las puertas de sus centros no tienen cuenta bancaria, a los que ya les ofrece facilidades financieras a través de los conocidos Wal Mart Money Centers, gestionados por el National Bank of Commerce. Sus tarjetas de crédito las emite GM Money Bank y las transferencias las ejecuta a través del MoneyGram Payment Systems. La idea tampoco es novedosa. Su rival Target ya consiguió una licencia similar de la FDIC hace año y medio sin tanta fanfarria mediática, y otras corporaciones como BMW o Volvo también disponen de una ILC.
El problema con Wal Mart es que son pocos en Estados Unidos los que creen en las verdaderas intenciones, por su historia predatoria en el sector del comercio. Lo reflejan buena parte de los dos millares de cartas recibidos por la FDIC en los últimos seis meses, que muestran el grado de preocupación reinante en EE UU. La preocupación llega incluso a la Reserva Federal (Fed). Su ex presidente Alan Greenspan puso en alerta el pasado 26 de enero al Congreso ante las zonas oscuras de la legislación bancaria en vigor, que permiten a las corporaciones ser propietarias de bancos. Es la misma que utiliza Wal Mart para abrir su filial en Utah.
Esta situación crea un problema mayor, según el presidente de la National Association of Realtors, Thomas Stevens, quien pidió recientemente al secretario del Tesoro, John Snow, que se oponga a la operación. Stevens considera además hipócrita la reacción de los bancos. "Si Wal Mart tiene éxito, sentará un peligroso precedente que llevará a la erosión del principio que divide a la banca comercial en ambos sentidos, y tendrá serias consecuencias en la estabilidad y crecimiento del sistema financiero", sentencia, a la vez que advierte de que este precedente podría ser utilizado por los bancos para introducirse en el sector inmobiliario, de naturaleza comercial.
La palabra final la tienen las autoridades reguladoras en Utah. Pero la FDIC puede imponer límites a su actividad financiera. Entre tanto, los legisladores se han movilizado en Washington. La senadora demócrata por Nueva York, Hillary Clinton, entre otros miembros del Congreso, presentó ante al FDIC sus "serias reservas" ante la maniobra de Wal Mart. La ex primera dama pide a la autoridad reguladora que revise "con seriedad y sumo cuidado" la cuestión, antes de tramitar la petición esta primavera. Clinton fue miembro del consejo de directores de la cadena. "Si una concentración de este tipo se permite", señala el republicano Jim Leach, "veremos a nuestros grandes bancos combinados con grandes compañías comerciales y tecnológicas, lo que tendrá consecuencias enormes para la competencia".
Cambios en el sector
Wal Mart dispone en la actualidad de 1.980 centros comerciales, de los que 1.150 ya cuentan con servicios bancarios. Su aterrizaje en el sector bancario provocará, según los expertos, un cambio en la industria. Pero no todos ven la nueva aventura empresarial de Wal Mart con malos ojos. La llegada del gigante comercial a la banca, como está sucediendo en la distribución, puede representar una oportunidad para el consumidor gracias a su política de bajo precio. Como señala Brito Beeper, del Ameritas Resarch Group, "cuando Wal Mart entra en una nueva categoría de productos, fuerza al mercado a cobrar menos. Esto puede ser bueno, porque los bancos estarán obligados a ofrecer un mejor servicio", concluye.
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