_
_
_
_
_
EL 'GRAN HERMANO' URBANO

Unos dispositivos muy sensibles que cuestan entre 100 y 3.000 euros

F. Javier Barroso

Dos sistemas de videovigilancia subsisten en la actualidad en el mercado. El primero -ya en claro proceso de desaparición- es el de grabación analógica, que necesita decenas de cintas de vídeo para almacenar las imágenes. Por contra, cada día gana más adeptos la grabación digital en un ordenador.

Las videocámaras de seguridad han avanzado a pasos agigantados, como toda la tecnología. Lejos quedan los terminales fijos que sólo transmitían imágenes con escasa resolución y en blanco y negro. En el mercado existen ahora cámaras dotadas de una potente lente que permite alejar o acercar un determinado objeto.

La tecnología que se está implantado actualmente en los negocios es la digital. Las imágenes son enviadas por cable, microondas o radiofrecuencia a un ordenador central que las almacena en un disco duro. La configuración de esta computadora permite que las captaciones estén guardadas un tiempo variable, que oscila entre una semana y un mes, según lo que necesite el cliente.

Hay sistemas dotados de infrarrojos que 'ven' durante la noche o en total oscuridad
Más información
El 'show' de Martínez

"El sistema va dotado de un potente programa que permite localizar una determinada incidencia en un lugar determinado. Si señalamos una puerta, el ordenador nos selecciona las imágenes en las que esa puerta haya sido abierta en un plazo de tiempo que nosotros le fijemos. Por eso, es mucho más rápido que el sistema analógico, en el que tiene que ser visualizada toda la cinta", señala Ignacio Cuenca, jefe de Mercadotecnia de la empresa ADT sistemas, una de las punteras del sector de seguridad privada. Entre sus clientes están los grandes establecimientos comerciales.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El precio de las videocámaras oscila entre los 100 euros de los terminales fijos dotados de un simple zoom hasta los 3.000 de las llamadas domo. Éstas tienen capacidad de girar 360 grados, lo que posibilita el control total de una zona. Otra novedad es que todos estos terminales pueden ser instalados en carriles, por lo que son desplazados a gusto del vigilante de seguridad, según Cuenca.

La versión digital ofrece otra posibilidad muy interesante para el cliente. Además de recibir la señal en las televisiones que haya en la empresa, el dueño de la compañía o las personas que éste designe pueden conectarse a través de un ordenador con el sistema y ver en tiempo real lo que ocurre en su negocio. Esto resulta importante en el caso de comercios cerrados por la noche o de que el empresario quiera controlar a sus empleados. "Basta un simple ordenador portátil para estar conectado", añade el jefe de Mercadotecnia.

Algunas cámaras van dotadas de sistemas infrarrojos, lo que les permite ver todo lo que ocurre en plena noche o en la oscuridad.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_