Un joven negro muere en EE UU tras recibir una paliza de la policía

La Policía del Estado de Florida (EE UU) hizo público ayer un vídeo que muestra entre cinco y nueve guardias de un centro de detención de menores golpear durante media hora a un joven negro de 14 años. El muchacho, Martin Lee Anderson, murió pocas horas después. Sucedió el pasado 6 de enero. Aunque la autopsia asegura que el fallecimiento se debió a causas naturales, la familia cree que ha sido un crimen racista.

El gobernador de Florida, Jeb Bush, hermano del presidente, ha declarado que fue "un lamentable accidente", y añadió que se investigará lo sucedido. El senador Gary Siplin, un demócrata por Orlando y líder de la comunidad negra, declaró que Martin había sido "asesinado". La familia de Anderson sostiene que su hijo sufrió brutalidad policial, que murió apaleado "por ser negro". Gina Jones, la madre, asegura que su hijo fue asfixiado, pateado y apaleado por los guardianes. "Martin no tuvo la más mínima oportunidad", declaró ayer Jones. "Golpearon a mi niño hasta morir", manifestó la madre.

El médico de Panama City, distrito donde se sitúa el centro de menores, certificó el pasado jueves que Anderson murió como resultado de una anemia drepanocítica -un tipo de anemia perniciosa hereditaria que provoca cambios en los glóbulos rojos así como coágulos en la sangre y dolores- que nunca le había sido diagnosticada. Anderson sólo llevaba un día en el centro de reeducación, donde había sido enviado por un delito menor.

Además de Anderson, otros dos adolescentes negros han muerto mientras se encontraban bajo la custodia del centro de Panama City, uno de los cinco de este tipo que hay en Florida.