Decenas de miles de personas se manifiestan en Barcelona bajo el lema 'Som una nació'

Los dirigentes de Esquerra Republicana (ERC), pero sobre todo su jefe de filas, Josep Lluís Carod, no podían disimular su euforia. Todas las previsiones se desbordaron y la manifestación de ayer por la tarde a favor del "derecho a decidir" de la "nación catalana" congregó en Barcelona a decenas de miles de personas, 125.000 según el Departamento de Interior de la Generalitat; cifra que los organizadores elevó a un millón. Centenares de banderas independentistas, proclamas a favor de la autodeterminación y gritos contra el pacto estatutario entre Mas y Zapatero, inundaron el centro de Barcelona, en una manifestación pacífica que sólo un partido, ERC, apoyó oficialmente.

La marcha fue convocada el pasado mes de enero, en pleno frenesí negociador del Estatuto de los partidos catalanes con el PSOE y el Gobierno central. Esquerra Republicana se sumó desde un principio, aunque de forma testimonial. Pero el pacto en La Moncloa, del 21 de enero, entre el líder de Convergència i Unió, Artur Mas, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, actuó de catalizador para los republicanos que, junto a 565 entidades sociales y ciudadanas, se movilizaron en toda Cataluña para que la concentración de hoy fuera un éxito.

Así fue. Barcelona no recordaba una manifestación tan multitudinaria desde las protestas contra la Guerra de Irak. Interior dio la cifra de 125.000 personas -que ya los republicanos calificaban de triunfante- y los organizadores de un millón.

La marcha tenía dos cabeceras. Una, con una pancarta con el lema "Somos una nación y tenemos derecho a decidir", que portaban actores como Carles Canut o Joel Joan, integrantes de la plataforma organizadora. Unos metros más atrás, la cúpula de Esquerra Republicana -incluidos la totalidad de los consejeros del tripartito- llevaban dos pancartas "Cataluña es una nación", en catalán e inglés. Abundaban las banderas esteladas (independentistas) -dos de ellas inmensas al frente de la manifestación-, banderolas con el emblema de Esquerra Republicana, alguna de Esquerra Unida i Alternativa -pese a que la dirección no secundaba oficialmente la marcha- y multitud de pancartas a favor del derecho a la autodeterminación, contra cualquier rebaja del Estatuto aprobado el 20 de septiembre en el Parlamento catalán y contra Convergència i Unió. Una de ellas calificaba a sus dirigentes de traidores. Alguna voz, muy aislada, se oyó a favor de Terra Lliure.

Los lemas que se corearon fueron del mismo estilo. Pero uno sobresalió: "Somos una nación, no un preámbulo". Aunque sólo Esquerra apoyaba la marcha, se pudo ver entre los asistentes a militantes de Convergència y algún que otro concejal socialista. Y, sobre todo, gente joven ataviada con banderas esteladas.

La marcha se inició alas 17 horas. Carod Rovira no podía imaginarse las dimensiones que iba a adquirir el acto. Pero no se mordió la lengua. Arremetió contra el resto de los partidos catalanes por haberse amilanado y aceptar los recortes al Estatuto, principalmente que la definición de nación salte del articulado. Pero se desahogó contra lo que llamó "poderes fácticos" y, sobre todo, los militares. De esta forma aseguró que la "democracia y el Estatuto están bajo la custodia militar, como lo han denunciado medios internacionales". Y advirtió de que cuando Esquerra tenga la fuerza parlamentaria suficiente propondrá una reforma de aquellos artículos de la Constitución que dan al Ejército "poder y capacidad de decisión".

Ya al final de la marcha, el líder de Esquerra, a parte de significar el éxito de la manifestación, volvió a criticar al resto de las formaciones políticas, y afirmó: "Hoy [por ayer] se ha demostrado que la conciencia nacional no puede ser domesticada y los acuerdos del Parlament tampoco liquidados en una conversación de 7 horas", en referencia a la reunión entre Zapatero y Mas.

Las palabras de Carod iban contra la línea de flotación de Convergència i Unió, Partit dels Socialistes e Iniciativa per Catalunya. La víspera, en Madrid tras la reunión de la ponencia del Congreso sobre el Estatuto, sus dirigentes habían exhortado a Esquerra a que "entrara en razón" y apoyara el sí tras ver el resultado de la manifestación que no esperaban tan multitudinaria. Pero, sin algún dirigente republicano todavía albergaba dudas de su rechazo al Estatuto, después del acto de ayer se le evaporarán todas. La dirección de ERC no dudó en interpretar la gran marcha de ayer como un espaldarazo a sus tesis.

La masiva afluencia de personas obligó a leer el manifiesto hasta cuatro veces. En éste, las entidades convocantes reclamaron la "soberanía fiscal y tributaria" y el "derecho de decidir libremente" sobre la definición de Cataluña en el Estatuto. Se criticó, además, el "clima hostil" que generan "ciertos sectores antidemocráticos de España".