Detectados casos sospechosos en Egipto y 400 aves muertas en Níger
Mientras la gripe aviar se extiende por Europa, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hizo un llamamiento ayer para que los países ricos no olvidaran que es en África donde puede producirse una auténtica catástrofe. La advertencia se vio confirmada por los avisos de nuevos casos sospechosos en Egipto (siete aves) y Níger (400).
La FAO ve con especial preocupación el anuncio de las autoridades de este último país, fronterizo con Nigeria. Las autoridades del país africano están investigando la muerte de 400 gallinas, pollos y pavos. La situación es especialmente preocupante, ya que dos millones de los habitantes del país se encuentran ya amenazados por la hambruna debido a la sequía.
Uno de los problemas para combatir la epidemia en África es que los Gobiernos necesitan fondos para indemnizar a los campesinos que lleven a sacrificar sus animales. Si no, será muy difícil contar con su colaboración para detectar los nuevos focos, advirtió ayer la FAO.
"Tenemos que ofrecer una compensación económica a los campesinos africanos pobres para que informen de forma inmediata ante la sospecha de un brote entre las aves de corral, y evitar que vayan corriendo a vender los animales al mercado", subrayó Joseph Domenech, jefe veterinario de la FAO. Domenech se encuentra en Nigeria junto a un grupo de expertos internacionales de la FAO y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
Dinero para indemnizar
"El virus de la gripe aviar altamente patógeno representa una grave amenaza para la salud animal en África occidental. Si se desarrolla una epidemia entre las aves de corral más allá de las fronteras de Nigeria, las consecuencias serían desastrosas para los medios de vida y la seguridad alimentaria de millones de personas", aseguró Domenech.
La experiencia de otros países, como Indonesia, ha demostrado que es fundamental contar con fondos para que los campesinos acepten el sacrificio de las aves. Esta medida, que ha supuesto ya el sacrificio de 200 millones de animales en Asia, según la OIE, se ha mostrado como la única eficaz para frenar el virus.
En Indonesia, las autoridades intentaron otra vía: vacunar a las aves y aislarlas. El resultado es que el virus se hizo endémico en la región, y el país sufre un continuo goteo de casos en humanos. El 13 de febrero se produjeron los dos últimos. En ambos casos los enfermos fallecieron. Ello eleva el número de personas infectadas por el H5N1 en Indonesia a 25, de las que 18 han muerto.
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