Por qué los ancianos se distraen con más facilidad

¿Por qué a partir de determinada edad el cerebro parece tener más dificultades para concentrarse en una tarea y eludir la información irrelevante del entorno? ¿Cuándo comienzan a producirse los cambios? Un grupo de científicos ha querido dar respuesta a estas preguntas y han analizado, mediante técnicas de resonancia magnética funcional, qué partes del cerebro intervienen y cómo se modifica su actividad en diferentes momentos de la vida.

Los investigadores, del Instituto Rotman de Investigación en Baycrest y la Universidad de Toronto, sometieron a una serie de pruebas de comprensión y memoria a tres grupos de personas: adultos jóvenes, adultos de mediana edad y ancianos. Y observaron, según publican en el número de febrero el Journal of Cognitive Neuroscience que los cambios fisiológicos comienzan a la edad mediana. "Se sabe que los ancianos se distraen con más facilidad. Creemos haber encontrado el mecanismo que lo explica", afirma Cheryl Grady, autora principal del estudio.

Los mayores deben evitar escuchar música o hablar por teléfono mientras conducen

El estudio ha observado cambios en los lóbulos frontales, que pasan de forma paulatina a un desequilibrio oscilante, lo cual provoca que los ancianos tengan menos capacidad de prescindir de la información que no es relevante. En adultos jóvenes, la actividad del córtex prefrontal dorsolateral (asociado con tareas que exigen concentración, como leer) aumenta durante los ejercicios, mientras que la actividad de las regiones frontal medial y parietal (asociadas con una actividad no relacionada con tareas específicas) por lo general disminuye.

En el estudio participaron 12 jóvenes de entre 20 y 30 años, 12 adultos de entre 40 y 60 y 16 ancianos de entre 65 y 87 años, todos ellos con un nivel de educación elevado. Durante los ejercicios de memoria, el equipo de Grady observó que entre los 40 y los 60 años el patrón oscilante comienza a fallar. La actividad en las regiones frontal medial y parietal continúa, pero disminuye la del córtex prefrontal dorsolateral. El desequilibrio se vuelve más pronunciado en los ancianos.

Aunque los investigadores descubrieron que los adultos de mediana edad presentaban unos resultados tan precisos como los jóvenes en las tareas de codificación y reconocimiento, los escáneres cerebrales revelaron que ya empezaban a apreciarse cambios funcionales.

Los escáneres mostraron cambios más sustanciales en la función cerebral de los ancianos, causantes de un menor rendimiento cognitivo (es decir, unas puntuaciones de precisión más bajas). De hecho, la alteración en la actividad cerebral de las regiones frontal, medial y parietal de los ancianos era similar a la observada en pacientes con Alzheimer, aunque menos acusada, según Grady.

"Los ancianos deberían tener en cuenta esta dificultad y reducir los estímulos accesorios a la actividad principal". Por ejemplo, evitar escuchar música o hablar por teléfono mientras conducen. También consideran que los niveles altos de educación pueden ejercer un papel compensador de las pérdidas fisiológicas.