Israel acepta a regañadientes la invitación de Putin a Hamás
Ariel Sharon permanece en estado crítico tras la última intervención
El Gobierno israelí ha rebajado su agresividad respecto a la decisión del presidente ruso, Vladímir Putin, de invitar a una delegación de Hamás a Moscú. Ya no se habla de "puñalada por la espalda". Se ha suavizado la tajante oposición que suscitó entre los restantes miembros del Cuarteto -Estados Unidos, Unión Europea, Naciones Unidas y Rusia- la inesperada propuesta de Putin de entablar contactos con los islamistas.
Ahora se conforman con que el grupo mediador no transija con las condiciones exigidas por el Estado judío. "Creo que la iniciativa de Rusia es un error. Pero nos han comentado que pedirán a Hamás que reconozca a Israel y que abandone el terrorismo", aseguró ayer el primer ministro interino, Ehud Olmert.
A la invitación de Rusia, respaldada por Francia, se sumó poco después del viernes el compás de espera anunciado por el secretario de Defensa de Estados Unidos. "Hamás no ha hecho comentarios sobre cómo piensan gobernar, que es muy diferente a estar en la oposición. Me interesa mucho esperar y ver lo que hacen", afirmó el viernes Donald Rumsfeld. El Ejecutivo israelí, tras el descanso del sábado, ha moderado su discurso. "La posición rusa", declaró la ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, "no es aceptada en la actualidad por la comunidad internacional". Y añadió: "El peligro es caer por la pendiente resbaladiza que supone hablar primero, luego empezar a comprender el por qué, más tarde respaldar con dinero, y por último otorgar legitimidad. Se trata de un fenómeno contra el que hay que actuar".
Elecciones generales
Israel se encuentra a seis semanas de las elecciones generales y no conviene al candidato Olmert y a su Gobierno ninguna veleidad respecto a su rechazo al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). Aunque han mitigado su acritud respecto a la invitación del Kremlin, bien diferente será la actitud del Ejecutivo israelí hacia la Autoridad Nacional Palestina (ANP). A este respecto no hay apenas trabas procedentes del exterior. Y poco importa la composición de la futura Administración palestina. "Una vez que el Parlamento sea constituido, la Autoridad Palestina se convertirá en la Autoridad de Hamás", destacó el primer ministro tras la reunión de su Gabinete.
"No haremos guiño alguno. Un no será un no", concluyó Olmert en alusión a las decenas de millones de euros que cada mes transfiere a la ANP en concepto de los impuestos y tasas que recauda en su nombre.
Mientras tanto, el estado de Ariel Sharon, de 77 años, continúa siendo de extrema gravedad tras superar el sábado una intervención quirúrgica a la desesperada. Los médicos del Hospital Hadassah de Jerusalén extirparon al paciente un tercio del intestino grueso que se había necrosado. Sharon, que continúa oficialmente como jefe del Gobierno, no despierta del coma en que se halla desde el 4 de febrero tras sufrir una hemorragia cerebral masiva. Las esperanzas de su recuperación se desvanecen aceleradamente.
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