Barcelona tiene sólo tres escuelas de música públicas, frente a 30 privadas
Educación quiere incrementar el número de centros en Cataluña
El déficit de equipamientos educativos que históricamente ha sufrido Barcelona afecta también a los centros de formación músical. En la ciudad sólo hay tres escuelas de música públicas (la de Sant Andreu, la Casa dels Nens, en el Eixample, y Can Ponsic, en Sarrià) y un conservatorio, el de la calle del Bruc, todos de titularidad municipal. Por el contrario, hay una treintena de escuelas de música privadas.
A los centros privados hay que añadir un conservatorio de grado medio, el del Liceo. Además, otros centros privados también ofrecen formación musical, aunque no están autorizados por el Departamento de Educación.
En las escuelas municipales, la formación que reciben los alumnos menores de 16 años está subvencionada. Las familias pagan un tercio de la matrícula, otro tercio lo sufraga la Generalitat y el resto los ayuntamientos. En cambio, en las escuelas privadas la totalidad del coste lo pagan las familias.
En Barcelona, el déficit de plazas públicas significa una "discriminación" respecto a otras localidades catalanas, donde el peso de la oferta pública es muy superior. Así lo asegura la profesora del conservatorio del Liceo Maria Serrat, autora del informe La enseñanza musical en Cataluña. "Los ciudadanos de Barcelona tienen que asumir unos gastos notablemente superiores en relación con los de otras ciudades", asegura. Serrat recuerda que en otras comarcas de la conurbación de Barcelona, la mayoría de la oferta es pública. Por ejemplo, en el Baix Llobregat, el 90% de los centros son públicos. La solución, a juicio de Serrat, pasaría por incorporar conciertos educativos en los estudios musicales, que además, significaría que la Administración "saldase la deuda histórica que tiene con la música".
En el Ayuntamiento de Barcelona se recuerda que no fue hasta 1992 cuando empezaron a abrirse las primeras escuelas municipales de música, asegura Dolors Casanovas, del Instituto de Educación. El próximo año se abrirá el cuarto centro en Nou Barris. "Hemos conseguido en los últimos cinco años que haya 300 plazas nuevas más en las escuelas municipales", detalla Casanovas. El objetivo de estos centros, expresa, es "que cuaje la cultura musical entre la ciudadanía". Por ello, imparten cursos de iniciación musical, agrupados bajo la denominación genérica de grado elemental. Entre las nuevas apuestas de las escuelas de música municipales de Barcelona, destacan los talleres para recién nacidos o mujeres embarazadas, y la introducción de instrumentos de cobla, como la tenora o el flabiol.
Varias comarcas catalanas (Alt Pirineu, Pla de l'Estany, Ripollès, Solsonès y Priorat) carecen de escuelas municipales de música. El Departamento de Educación asegura que es consciente de este déficit y detalla que su objetivo es "extender la red pública por todo el territorio, que haya un centro de titularidad municipal en todas las capitales de comarca y en las poblaciones de más de 20.000 habitantes". Así lo precisa Josep Roda, que encabeza la subdirección de Enseñanza Artística de la Generalitat, creada recientemente, y que pivota la formación de música, arte dramático, artes plásticas y diseño.
En Cataluña hay 14 conservatorios: 13 de ellos municipales, y otro privado, el del Liceo. Próximamente habrá tres más en Granollers, Vic y Sant Cugat. En ellos se imparten los estudios de grado medio, que consta de seis cursos, aunque los cuatro primeros también los ofrecen las escuelas de música. Los dos centros que imparten el grado superior son la Escuela Superior de Música (Esmuc), ubicada en el Auditori de Barcelona, y el Liceo, de carácter privado.
Roda concluye que la Generalitat tiene el propósito de aumentar de manera paulatina el número de escuelas de música y conservatorios en Cataluña. Una misión que puede ser secundaria, si se compara con otros retos del Departamento de Educación, como acabar con los barracones o la sexta hora en la escuela pública.
Ayudas a la Concepció
La Generalitat continuará subvencionando la formación musical que reciben los alumnos de la escuela pública de la Concepció, en el Eixample, situada junto al conservatorio de la calle del Bruc. La continuidad de las ayudas peligraba, pero finalmente se mantendrán.
Este centro se volcó, hace unos 15 años, en una experiencia piloto: todos los alumnos reciben más horas de lenguaje musical de lo que establece la legislación educativa. Estas clases se dan en las horas que los centros educativos tienen a su libre disposición. Asimismo, durante la pausa del mediodía todos reciben clases de instrumentos musicales en pequeños grupos. El coste de estas clases era sufragado por la Generalitat.
La pérdida de estas ayudas hubiera significado, según la directora del centro, Rosa Cucarull, que las clases de instrumento se convirtieran en una actividad extraescolar de pago no accesible a todos los alumnos.
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