La fiscalía reclama seis años por un accidente laboral
La Fiscalía de Guipúzcoa reclama un total de seis años y medio de cárcel para dos responsables de una empresa de Urnieta acusados de no adoptar las medidas de seguridad precisas para evitar un accidente laboral, en el que uno de sus operarios perdió tres dedos de una mano.
El suceso se produjo el 18 de julio de 2003. El operario se hallaba manipulando una prensa que, al parecer, no contaba con el sistema de seguridad adecuado, cuando la máquina le atrapó la mano izquierda, le amputó dos dedos y le aplastó un tercero. Los médicos tuvieron que amputarle finalmente el dedo aplastado, aunque lograron reimplantarle los otros dos, según detalla la calificación fiscal.
Cuatro meses antes del suceso, la Inspección de Trabajo había instado a la empresa a que adaptase sus máquinas y los equipos de trabajo a la normativa. Sin embargo, cuando ocurrió el accidente, la prensa no estaba dotada del sistema de seguridad necesario.
Por ello, el Ministerio Público imputa el accidente a la actuación "dolosa" de los dos acusados, quienes ejercían en aquella fecha como gerente y encargado de mantenimiento de máquinas. Les acusa de un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de lesiones y solicita para cada uno de ellos tres años y tres meses de cárcel, así como dos años de inhabilitación y el pago de una multa de 2.700 euros.
Maltrato a un menor
Por otro lado, la fiscalía pide un año de internamiento en régimen semiabierto y nueve meses de libertad vigilada para cada uno de los cuatro menores que presuntamente amenazaron con quemar vivo a un quinto chaval que tiene deficiencias psíquicas en Irún. La acusación popular imputa a los chicos un delito contra la integridad moral y una falta de maltrato, según confirmó ayer el fiscal jefe, Jaime Goyena.
Los hechos ocurrieron el pasado 26 de septiembre. Los cuatro menores, tres de ellos de Irún y el otro de Hondarribia, abordaron a un quinto chico, también menor y con deficiencias psíquicas, en la calle Santa Elena de la localidad fronteriza. Luego, los supuestos agresores rociaron con gasolina a la víctima e hicieron ademán de quemarle con cigarrillos, según la versión facilitada en su día por la Policía Municipal de Irún, a la que los padres del chico denunciaron los hechos.
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