Luisa Castro gana el Premio Biblioteca Breve con 'La segunda mujer', una novela sobre el desamor
La escritora Luisa Castro (Foz, Lugo, 1966) obtuvo ayer el Premio Biblioteca Breve, concedido por la editorial Seix Barral y dotado con 30.050 euros, por la novela La segunda mujer, obra en la que narra una relación de amor y odio entre un hombre maduro y burgués, Gaspar, y una joven independiente y escéptica, Julia. Seix Barral publicará el libro galardonado este mes de febrero.
A la edición de este año del Premio Biblioteca Breve -fundado en 1958- se presentaron 386 manuscritos, en su mayoría novelas urbanas, intimistas, de experimentación formal o de alto contenido erótico. Un 35% de los originales provenía de Latinoamérica. Los organizadores constataron, además, un incremento de manuscritos llegados desde Estados Unidos. El jurado del galardón lo integraban Pere Gimferrer, José Manuel Caballero Bonald, Adolfo García Ortega, Manuel Longares y Rosa Regàs. Su decisión fue unánime.
Luisa Castro es autora de varias novelas (El somier, La fiebre amarilla y El secreto de la lejía, entre otras) y cinco poemarios reunidos en el volumen antológico Señales con una sola bandera. De la obra ganadora, los miembros del jurado destacaron su "espléndida prosa" y la sutileza con la que se despliega su trama novelesca, que arranca con un romance idílico y concluye con el dramático brote del sufrimiento y el desamor. "Empieza como una novela rosa y acaba como una novela gótica, de terror", apuntó Longares.
Castro narra en La segunda mujer la historia de amor entre dos personas muy diferentes: un burgués catalán de 57 años y una joven escritora de orígenes humildes. Las diferencias sociales y generacionales, a las que no hacen caso en la etapa del flirteo, acabarán lastrando su relación. Por el camino, Julia se sentirá anulada por la fecunda experiencia de su marido y por las convenciones morales que rigen en su acomodada familia. El cariño se convertirá poco a poco en una desigual relación de poder. Al final, la protagonista acabará conociéndose a sí misma. "La novela es una crítica a la hipocresía y a la doble moral de la cultura burguesa. También ataca el pretendido progresismo que compartimos jóvenes y mayores. En realidad, todos estamos condicionados por nuestros prejuicios", dijo la autora, quien aseguró que no se trata de una obra autobiográfica. Asimismo, Castro recordó que existen muchos libros sobre amoríos entre chicas jovencitas y tipos maduros, pero que en su mayoría están escritos por hombres. "Quería dar voz a Lolita", apuntó en referencia a la obra maestra de Vladímir Nabokov.
