Israel transfiere al Gobierno de Abbas las tasas congeladas tras la victoria de Hamás

El Gobierno israelí dio ayer marcha atrás y anunció que transferirá a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) 44 millones de euros que adeuda por tasas aduaneras y por los impuestos que retiene a los palestinos que trabajan en Israel. Un portavoz del Ejecutivo aseguró que se ha accedido al pago porque el presidente de la ANP es Mahmud Abbas. Pero advirtió de que puede ser el último si Hamás, vencedor en las elecciones del 25 de enero, se hace con las riendas del futuro Gobierno. No era la primera vez que la Administración israelí congelaba las transferencias a la ANP.

Fue una medida frecuente durante el mandato de Yasir Arafat (1996-2004), al que acusaban de emplear esos fondos para financiar el terrorismo. "Abbas es todavía presidente y la entrega se realiza bajo los Acuerdos de Oslo", aseguró el ministro de Vivienda, Zeev Boim, tras la reunión del Ejecutivo que dirige Ehud Olmert. "Es nuestro dinero. No nos están hacienda ningún favor. Espero que los pagos continúen en el futuro", afirmó, por su parte, Mazen Sonnogrot, ministro de Economía palestino.

No es previsible que los próximos abonos estén exentos de controversia. "Será la última transferencia si Hamás forma el próximo Gobierno, ya que no parece que vaya a cambiar su posición respecto a Israel", añadió Boim, en alusión al reiterado rechazo de la organización islamista a reconocer al Estado de Israel y a desmantelar su milicia.

También decidió el Ejecutivo israelí reabrir el cruce fronterizo de Karni, al este de Gaza, que ha permanecido cerrado durante tres semanas, lo que ha producido desabastecimiento de artículos básicos en los últimos días. Por esa terminal se exportan los productos agrícolas cultivados en la franja palestina y es vital para el sustento del casi millón y medio de habitantes del territorio.

EE UU y la UE -principal donante de la ANP y que ha advertido al movimiento fundamentalista de que las ayudas financieras no continuarán si no admiten la existencia de Israel- habían expresado su malestar por la retención de los fondos. Las arcas de la ANP están exhaustas, según admite el ministro de Hacienda, Yihad Wazir.

Y es que el despilfarro, cuando no el desvío a bolsillos privados, ha sido durante años una constante en la ANP. Es bien sabido por el electorado, que, hastiado de prácticas corruptas, otorgó su confianza en las urnas al Movimiento de Resistencia Islámica. El fiscal general de la ANP, Ahmed al Meghani, aseguró ayer que altos funcionarios palestinos se han apropiado de miles de millones de dólares. No precisó la cuantía, pero informó de que ya han sido arrestadas 25 personas y de que ha emitido 10 órdenes de detención contra acusados que han abandonado los territorios palestinos. Sí detalló que los desfalcos se produjeron en la compañía pública petrolera, en la de radiodifusión y en la empresa tabacalera.

Más incógnitas se abren sobre el control de las fuerzas de seguridad palestinas. Mientras Abbas insiste en mantenerlas bajo su mando, Ismail Haniya, uno de los líderes de Hamás en Gaza, acusó ayer al presidente de tratar de vaciar de competencias el futuro Gobierno, en el que los islamistas, que lograron 74 de los 132 escaños, tienen mucho que decir.

Reaparece la violencia

Por otro lado, la violencia ha reaparecido en las últimas horas. Helicópteros Apache israelíes lanzaron la madrugada del domingo tres misiles sobre unas instalaciones, al sur de la ciudad de Gaza, en las que supuestamente entrenan activistas de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, la milicia de Al Fatah. Tres de ellos perecieron. Y ayer, dos militantes de Yihad Islámica murieron tras ser alcanzado su automóvil por misiles lanzados por un avión israelí no tripulado, al sur de la ciudad de Gaza. Varios grupos armados prometieron venganza.

Por otra parte, un palestino de 22 años residente en Jerusalén Este acuchilló en el pecho a una mujer que viajaba en un minibús en la ciudad de Petah Tikva, cerca de Tel Aviv. Murió después en un hospital. Otras cinco personas sufrieron heridas, dos de ellas de gravedad, según indicó a la Radio del Ejército un comandante policial. El agresor fue detenido y, según la policía, no pertenece a ninguna de las milicias palestinas.