"Los ayuntamientos siempre pagamos el pato"

Los frontones siguen siendo, pese a la prohibición legal, espacios con humo. Sólo el respeto ha impuesto cierta moderación en el consumo de tabaco y puros, habituales compañeros de los pelotazales. En cuanto a las sanciones, todos siguen echándose la pelota de un tejado a otro. El último, el Gobierno, con su informe jurídico que deja en manos de las corporaciones municipales la potestad sancionadora sobre los incumplimientos de la ley antitabaco.

"Al final somos los ayuntamientos los que siempre pagamos el pato", reflexiona el peneuvista Asier Aranbarri, primer edil de Azkoitia, en cuyo frontón se celebró ayer el primer partido de los cuartos de final del Campeonato de Parejas y no hubo ningún impedimento para fumar. "Estamos pendientes de mantener contactos con el Gobierno y con Eudel para ver qué tenemos que hacer. De momento, nada ha llegado de forma oficial y no se ha determinado del todo", explica.

"Si nos toca incoar expedientes y sancionar, lo vamos a hacer por lealtad institucional, pero queremos saberlo de forma definitiva", comenta el alcalde azkoitiarra. Por el momento, su decisión es firme: "No vamos a actuar de forma diferente a como lo hicimos hace dos semanas, cuando también hubo un festival en el Gurea. Sin sanciones de por medio, el público sigue tirando de vegueros y habanos, aunque en menor medida.

"Estamos notando que el consumo de tabaco en los frontones ha disminuido desde la entrada en vigor de la ley", explica Patxi Mutiloa, gerente de Aspe, encargado de organizar el festival que enfrentó ayer a Titín II y Pascual contra Bengoetxea VI y Patxi Ruiz. "Hay que tomárselo con tranquilidad. En un año o año y medio, cuando las prácticas sociales se impongan, no hablaremos de esto", asegura Mutiloa.

En el País Vasco, las empresas ya se han quitado el peso de saber que ellas no serán las encargadas de denunciar al fumador que incumpla la ley, aunque ahora falta el desarrollo reglamentario en Navarra y La Rioja, ya que la aplicación de la ley Antitabaco corresponde a las comunidades autónomas.

"Está bien que se vayan aclarando los conceptos. Si tienen que ser los ayuntamientos, como en el tema de ruidos o de horarios de bares, que sean ellos, pero el que infringe la ley sigue siendo una persona, no la empresa ni el Ayuntamiento. Si se sanciona, será al que fume, no a los demás", concluye.