Flix ampliará su vertedero para depositar en él los residuos tóxicos de Erkimia

El vertedero de Flix (Ribera d'Ebre), conocido como El Racó de la Pubilla, será el destino final de los centenares de miles de toneladas de residuos tóxicos y radiactivos acumulados durante décadas frente a la empresa Ercros, en el embalse del río Ebro.

Este vertedero, que se ampliará para dar cabida a un máximo de 800.000 toneladas de material, recibirá los lodos contaminados, pero ya tratados, y serán almacenados de forma controlada. Los residuos resultantes de este proceso de descontaminación de los fangos concentrarán las sustancias más tóxicas, pero tendrán un volumen "muy inferior". Esto los hará más manejables para poder trasladarlos a cualquier vertedero de residuos especiales, según explicó ayer Joan Grimalt, del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Estos detalles se publicaron ayer en el Boletín Oficial del Estado, donde figuraba el anuncio de exposición pública del proyecto de descontaminación del embalse de Flix, unos trabajos que se prolongaran hasta 2010 y que inician ahora su andadura administrativa. A finales del pasado octubre, la comisión científica creada para resolver la situación se inclinó por extraer los miles de toneladas de fangos contaminados -un primer estudio del CSIC las cifró entre 200.000 y 360.000, pero estudios posteriores han ampliado la cantidad hasta 600.000 toneladas-, y el trámite administrativo iniciado ayer, contra el que caben alegaciones, debe ratificar esta decisión.

El CSIC detalló en 2003 la composición tóxica y radiactiva de unos lodos visibles en Flix desde hace más de 20 años. El análisis destapó la existencia de mercurio, policlorobifenilos, fosfatos y plomo, entre otras sustancias, producto de los vertidos que durante décadas llevó a cabo la empresa Erkimia -hoy Ercros-, que se estableció en Flix a finales del siglo XIX.

En paralelo a las labores de descontaminación del río, para lo que será necesario un aporte tecnológico "a la altura del caso Prestige o el caso Aznalcóllar", el equipo de Grimalt ya ha comenzado a analizar la calidad del río aguas abajo de Flix, lo que, según el científico, debe servir para certificar que los lodos contaminados no se filtren al caudal del Ebro.